Catorce amigos y ex colaboradores del fundador del Cártel de Sinaloa ahora se encuentran presos en cárceles especiales, confinados en casas monitoreadas o hasta libres
El juicio contra Joaquín el “Chapo” Guzmán trajo
a la mesa historias enterradas. Desde luego, contadas por asesinos y
narcotraficantes, quienes hablaron a cambio de beneficios.
En el proceso desfilaron 14 antiguos colaboradores y socios
del fundador del Cártel de Sinaloa para contar la sanguinaria
historia de un “humilde campesino” que pasó de cultivar marihuana en la sierra
de Sinaloa (al norte de México) a convertirse en un narco
internacional que aterrorizó a un país y amasó una fortuna de más de USD 14
millones.
A dos años del llamado “juicio del siglo”, los casos
judiciales de aquellos capos están cerrados, algunos se encuentran en cárceles
especiales para testigos protegidos, otros arraigados en casas monitoreadas y
algunos otros en espera de su libertad.
En ésta última posición se encuentra Vicente Zambada
Niebla, el “Vicentillo”, quien luego de 10 años de colaborar con las
autoridades estadounidenses pidió que se le otorgara su “libertad por
compasión”.
En la imagen, el Vicentillo Zambada (izquierda) frente a
Joaquín el Chapo Guzmán (centro derecha)
En el expediente del hijo del gran capo mexicano de la
droga, Ismael Zambada García, se justifica su petición asegurando que el
coronavirus se expande rápidamente dentro de los sistemas penitenciarios de
Estados Unidos.
Zambada Niebla fue sentenciado a 15 años por conspirar para
distribuir droga en la Unión Americana. El narco se enfrentaba a cadena
perpetua; sin embargo, su testimonio e información clave de organizaciones
rivales que facilitó a la Agencia Antidrogas de EEUU, beneficiaron a una rebaja
a su condena.
Al “Vicentillo”, como se le conoce en el mundo del narco,
podría otorgársele una nueva identidad y nunca más volvería a pisar Sinaloa.
Una fotografía de Jesus "El Rey" Zambada García,
líder del Cártel de Sinaloa, detenido en México. Actualmente se desconoce el
paradero del capo (Foto: Alberto Vera / AFP)
Su tío, Jesús Reynaldo Zambada, el “Rey”, desapareció
apenas testificó contra el Chapo, apunta Miguel Ángel Vega, periodista en Ríodoce.
El testimonio del primer cooperante estrella en la causa
contra el Chapo se centró en detallar la estructura montada del Cártel de
Sinaloa, para sobornar a las autoridades federales estatales y municipales
mexicanas.
El “Rey” explicó que Guzmán Loera era su “compa” y que su
hermano, Ismael Zambada era el verdadero líder de la organización criminal.
Contó que Joaquín Guzmán estuvo al frente de guerras
sangrientas entre grupos rivales, y controlaba la zona conocida como el
Triángulo de Dorado, una zona formada por territorios en tres estados: Sinaloa,
Durango y Chihuahua.
Las acusaciones de Zambada García involucraron también
a Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública durante el gobierno
de Felipe Calderón (2006-2012), y que actualmente se encuentra en la
espera de juicio en Nueva York, EEUU.
De acuerdo con Miguel Ángel Vega, experto en
narcotráfico, ese testimonio en particular podrían haberle valido su libertad
al capo mexicano. Actualmente se mantiene en el anonimato.
La ex diputada del partido conservador PAN por Sinaloa,
Lucero Sánchez, la “Chapodiputada” señalada como amante de Joaquín el “Chapo”
Guzmán afronta una situación similar a la del “Rey” Zambada.
Su caso desapareció del sistema penal estadounidenses por lo
que se piensa podría estar en libertad condicional en espera de testificar en
contra de otros líderes del Cártel de Sinaloa.
Dámaso López, el “Licenciado”, quien se convirtió en la
mano derecha del Chapo Guzmán, tras su fuga de la prisión de Puente Grande,
Jalisco, continúa colaborando con la justicia en Estados Unidos, y según Ríodoce,
podría declarar contra García Luna en el juicio que éste libra.
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