Algunos mexicanos tienen la oportunidad de elegir candidatos diferentes. He seleccionado algunos candidatos locales a un puesto ejecutivo que pueden hacer la diferencia en su demarcación o incluso más allá de ella. Como dicen en letra pequeña los contratos de fondos de inversión, “el rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros”. Sin embargo, por coyuntura, personalidad y biografía son opciones distintas.
Por Carlos Elizondo Mayer-Serra
El más notable es el candidato independiente para el gobierno del estado de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco. Fue priista durante casi 30 años. Hasta septiembre pasado descubrió su vocación independiente. Se dio cuenta de que no iba a lograr la candidatura de su partido y entendió el hartazgo de tantos ciudadanos con el gobierno de Nuevo Léon y con los partidos políticos. Su apuesta le está dando resultados. Según la última encuesta del diario El Norte, encabeza las preferencias electorales
.
En su historia hay muchas interrogantes, desde dudas sobre si golpeaba a su mujer, hasta si se enriqueció cuando fue presidente municipal. Es el único de los candidatos citados en este artículo que no ha hecho pública su 3 de 3, que son la declaración patrimonial, la de ingresos ni la de conflicto de interés. ¿SiEl Bronco hubiera sido el candidato del PRI tendría el mismo éxito? Lo dudo. Lo que más influye en la elección del ciudadano es la expectativa de cambio. Es, en ese sentido, similar a lo que, en su momento, catapultó a Fox.
Es un candidato de enorme incertidumbre para la ciudadanía. El hecho de que otro regio diferente, Fernando Elizondo, que no es pariente mío, expanista que competía por Movimiento Ciudadano, haya renunciado para apoyarlo, puede darle a una parte del electorado la confianza necesaria para votar por el cambio. Fernando Elizondo es lo opuesto a El Bronco. Serio, confiable y con experiencia administrativa. Si ganara El Bronco han acordado que sería su jefe de gabinete y no cobraría por ello.
Un triunfo de El Bronco cimbraría el sistema de partidos. Abrieron una rendijita llena de obstáculos para los candidatos independientes y se les habría colado un gobernador. ¿Qué sigue? No sé, pero como ha señalado Jorge Alcocer, los eventuales derrotados tratarán de anular su triunfo alegando que rebasó los ambiguos topes de campaña asignados para los candidatos independientes.
Por la alcaldía de Guadalajara compite Enrique Alfaro. Es de los políticos locales que conozco que más me impresiona. Abierto, inteligente, con buenas ideas, optó por negociar con Movimiento Ciudadano una serie de candidaturas en Jalisco. Así, Alfaro no va solo, con lo cual, en caso de ganar, le permitirá tener apoyo en el Congreso local y en otros municipios. Fue un buen alcalde de Tlajomulco y casi gana la gubernatura de Jalisco hace tres años. También encabeza las encuestas.
Por la delegación Miguel Hidalgo, en el Distrito Federal, compite Xóchitl Gálvez. La conocí durante el sexenio de Vicente Fox en un viaje a Nueva Zelanda organizado por la SRE, cuando era comisionada para los Pueblos Indígenas. Es trabajadora, inteligente y genuina, aunque mentes puritanas la pueden considerar grosera y ruda. La encuesta de Reforma la pone arriba del candidato del PRD, David Razú, pero en otras va abajo. Sería una buena administradora y cambiaría para el PAN el panorama en el DF, por lo mismo parece que el grupo que ha controlado al PAN local, y para quienes Xóchitl es una imposición externa, no la apoya.
Arne aus den Ruthen Haag también busca encabezar la delegación Miguel Hidalgo, la cual ya dirigió de 2000 a 2003 de forma sobresaliente. Ahora va como independiente. Arne es un ingeniero trabajador y muy buen administrador. No tiene oportunidad alguna. Ha dicho que no va a declinar a favor de nadie, lo cual hace menos probable el triunfo de Xóchitl.
Ricardo Monreal, quien va arriba en las encuestas en la elección por la delegación Cuauhtémoc, la más importante del DF en términos económicos y políticos, es exdiputado y exsenador priista, ex gobernador y ex senador perredista y diputado con licencia por el PT. Tiene historias de presuntos escándalos. Ahora compite por Morena. No comparto muchas de sus posiciones, pero es inteligente y audaz. Sabe aprovechar cualquier oportunidad para arrinconar a sus adversarios. Sin duda, se convertiría en el candidato de Morena para la Jefatura de Gobierno de la capital en la siguiente elección. Si ganara, cambiaría de forma muy interesante la contienda por la Jefatura de Gobierno. Hay otros candidatos a ejecutivos locales que son también diferentes. El reto del elector es ubicarlos y que le gusten. Por diferentes pueden no interesarles o causarles desconfianza. Ahora bien, seguramente en más de una localidad habrá la tentación de no votar o anular el voto. Yo creo que sería un error. Aun cuando les parezcan la misma cosa, no lo son. La política siempre consiste en optar por el mal menor, tanto para el ciudadano como para el político.
No hay comentarios :
Publicar un comentario