El "ancho de banda" del cerebro puede ser ocupado por muchos factores. Uno de ellos, la pobreza
El “ancho de banda” del cerebro humano, al contrario que la responsable de la conexión a Internet, no tiene capacidades infinitas. Eso explica porque las personas tienden a enfocarse en una sola cosa a la vez, dejando otras de lado y como el “multitasking” no es tan sencillo ni común. Por eso la gente que juega con su celular mientras maneja, conduce mucho peor de lo que lo haría de estar concentrada, por ejemplo.
Investigadores de Princeton, Harvard y la Universidad de Warwick publicaron en Science sus hallazgos sobre la capacidad cognitiva aplicada a la pobreza. La gente de escasos recursos tiene una carga cognitiva tan grande que le deja poco ancho de banda para hacer cosas que podrían ayudarle a cambiar su situación, como ir a la escuela nocturna, buscar un nuevo empleo o incluso, recordar pagar sus cuentas a tiempo.
Los investigadores trabajaron con personas de bajos ingresos, a quienes se les pidió que pensaran sobre sus problemas financieros. La mayoría tuvo malos resultados en pruebas cognitivas, gracias a una carga mental equivalente a pasar toda una noche en vela. Dicho de otra forma, la condición de pobreza impuso una carga mental similar a perder 13 puntos de IQ o a la diferencia cognitiva propia de los alcohólicos comparados con adultos sobrios.
La investigación sugiere que la realidad de la pobreza hace que sea más difícil ejecutar habilidades fundamentales. En el estudio se explica de manera contundente: “ser pobre significa lidiar no solo con la falta de dinero sino con la escasez concurrente de recursos cognitivos.”
Eldat Shafir, Anandi Mani, Sendhil Mullainathan y Jiaying Zhao componen al equipo de investigadores, que concluyó que la pobreza impone en el cerebro humano algo más que estrés.
El estrés puede afectarnos positivamente. Un atleta estresado se desempeña mejor en una competencia si está estresado, aunque no demasiado. Un poquito de estrés ayuda, pero mucho nos hace daño.
Sin embargo, la falta de ancho de banda cognitiva es distinta. Los investigadores revisaron la situación con 400 personas elegidas al azar en un centro comercial de New Jersey. Los sujetos estaban en un rango de ingresos de entre 20,000 y 70, 000 dólares al año. A todos se les hizo la pregunta hipotética de cómo procederían en caso de que su auto requiriera reparaciones por 150 o 1, 500 dólares. ¿Lo pagarían todo junto, pedirían un préstamo o postergarían la reparación?
Antes de que pudieran responder, los sujetos encuestados respondieron una serie de pruebas (de identificación de formas y números, por ejemplo) que miden funciones cognitivas e inteligencia fluida. En el escenario más fácil, el de 150 dólares, los sujetos clasificados como “pobres” y “ricos” salieron iguales en la prueba. Pero los sujetos “pobres” salieron mucho peor en el escenario de 1, 500 dólares. Con tan sólo tener que pensar un problema financiero, se colapsó su ancho de banda.
En el segundo experimento, los investigadores se toparon con un fenómeno similar en un grupo de granjeros de la India que pasan por un ciclo natural anual de pobreza y abundancia. Al cabo de su cosecha de caña de azúcar anual, los granjeros reciben el 60% de su ingreso anual. Antes de eso, básicamente son pobres. Después, aunque brevemente, ya no lo son.
Al igual que los paseantes del centro comercial en Nueva Jersey, durante la pobreza previa a la cosecha, mostraron menor ancho de banda.
Shafir explicó a The Atlantic “este proyecto pudo haberse llevado a cabo hace años. No hay nada nuevo en él.” Sin embargo, el enfoque es relativamente nuevo en la economía comportamental. Antes, los psicólogos cognitivos rara vez estudiaban las diferencias entre las poblaciones socio económicas. Por el otro lado, otros campos de psicología y economía estudiaron a estas poblaciones, pero no su cognición.
La seguridad financiera “libera un poco de ancho de banda” explica Shafir. Por lo que, el científico propone, el enfoque en el éxito de un programa para aliviar la pobreza, no es de resultados financieros inmediatos sino, en la vida diaria. “Podrías ser mejor padre, o responder mejor a tus medicamentos. “
Porque “cuando tu ancho de banda está cargado, como es el caso de los pobres, es más posible que no te des cuenta de cosas, de resistir otras que no deberías, que olvides unas más, tienes menos paciencia y le dedicas menor atención a tus hijos cuando vuelven de la escuela” expone Shafir.
La publicación de Science abre una baraja de posibilidades y soluciones para aliviar la situación de vida de personas con bajos recursos. Que una persona reciba un cheque periódicamente es más que caridad o tranquilidad. Es la posibilidad del mejor aprovechamiento cognitivo para salir de la pobreza y no nada más la del bolsillo.
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miércoles, 11 de septiembre de 2013
El efecto de la pobreza en el cerebro
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septiembre 11, 2013
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