México compró la parte que faltaba de la Exportadora de Sal, empresa que posee la ‘mina’ de sal más grande del mundo; ¿qué empresas han sido nacionalizadas en el sexenio de AMLO?
El gobierno federal se ‘fue de compras’ este fin de semana y
se apropió de la ‘mina’ de sal más grande del mundo. México nacionalizó la empresa Exportadora de Sal SA (ESSA) en
una operación cerrada con Mitsubishi en 1,500 millones de pesos (unos
87.6 millones de dólares) con lo que adquirió el 49 por ciento de la salinera.
La adquisición de la productora que posee la ‘mina’ de
sal más grande del mundo y tiene como sede Guerrero Negro, en Baja
California Sur, es el ejemplo más reciente de una nacionalización realizada
por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Qué empresas han sido nacionalizadas en el sexenio de AMLO?
A lo largo de su sexenio, el presidente López Obrador
ha hecho énfasis en asegurar los recursos del país, poniendo gran parte de
ellos en manos del Estado. Su gobierno ha criticado el modelo ‘neoliberal’ de
la administración anterior que permitía la apertura de empresas como el
petróleo a la inversión privada.
México nacionaliza ESSA y la mina de sal más grande del
mundo
La Secretaría de Economía, bajo las órdenes de Raquel Buenrostro, anunció la nacionalización de la
empresa Exportadora de Sal, una de las mayores productoras de América Latina
junto con Chile. Anualmente, la producción de ESSa es de más de 8 millones de
toneladas.
Previo a la operación, el Gobierno de México ya poseía
un 51 por ciento de la empresa; sin embargo, ahora es el propietario
absoluto tras el acuerdo con Mitsubishi.
La nacionalización se logró gracias a que el
Fideicomiso de Fomento Minero aportó 75 por ciento de la compra y el resto
lo financió el Servicio Geológico Mexicano.
Raquel Buenrostro, secretaria de Economía, señaló que la
propiedad estatal garantizará los puestos laborales para los trabajadores de
ESSA, así como sus derechos para trabajar de la mano por el futuro de México.
Agregó que la sal es un insumo importante en otras
industrias como la farmacéutica, la textil, química, petroquímica y la
construcción, por lo que es un recurso trascendental en la nueva política
industrial del país.
AMLO pone el ojo en el Istmo y en negocio de Germán Larrea
En mayo del año pasado, una parte de la unidad ferroviaria de Grupo México en el Istmo de Tehuantepec fue
incautada por militares en un movimiento inesperado. En aquel entonces, el
empresario Germán Larrea, era uno de los involucrados en la compra de Banamex.
De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación
(DOF), el tramo del ferrocarril de Ferrosur SA en Coatzacoalcos, Veracruz,
fue considerado “de utilidad pública” y transferido a una entidad gubernamental
denominada Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec que será operado por el
Ejército Mexicano.
Luego de la ‘jugada’ del Gobierno, las acciones de Grupo
México Transportes, que administra Ferrosur, cayeron hasta 3.8 por ciento,
mientras que las acciones de la matriz Grupo México extendieron las pérdidas
iniciales hasta 1.8 por ciento.
La nacionalización se centró en un tramo de 120 kilómetros de
los mil 500 kilómetros de vía férrea y fue firmado por el presidente Andrés
Manuel López Obrador.
México compra plantas de Iberdrola
A mediados de este mes, el presidente López Obrador incrementó el control del Gobierno de
México sobre la industria eléctrica del país. Esto se debió a la
autorización de la compra de una participación mayoritaria en activos
energéticos de Iberdrola.
El acuerdo cumplió uno de los objetivos del mandatario
mexicano, quien fortaleció a los productores estatales de energía y debilitó
las reformas proempresariales en el sector de la generación eléctrica aprobadas
por el Gobierno anterior.
La operación de compra de las 13 plantas de Iberdrola en México se cerró en 6 mil
millones de dólares y dota a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de una participación en el mercado eléctrico nacional
superior a 55 por ciento.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, la compra de plantas de
Iberdrola permite al Gobierno convertirse en líder en el sector de la
generación eléctrica del país y que no afectaría la competencia. “Esta transacción
no implica aumentar la deuda pública presupuestal más allá del costo de
adquisición de 51% de la misma y, en esa medida, no presiona las finanzas
públicas”, afirmó.
AMLO le ‘echa el guante’ al litio
Hace un año, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el decreto para nacionalizar
el litio. Según dijo, el objetivo de la medida es que el recurso no sea
explotado por un país extranjero.
“Lo que estamos haciendo ahora (...) es nacionalizar el
litio para que no lo puedan explotar extranjeros, ni de Rusia, ni de China, ni
de Estados Unidos. El petróleo y el litio son de la nación, son del pueblo de México, de
ustedes, de todos los que viven en esta región de Sonora, de todos los mexicanos”,
sostuvo.
Pese a la nacionalización del litio, el presidente detalló
que México aún es incapaz de explotar el recurso debido a la falta de
tecnología para hacerlo.
“Ahora viene la parte tecnológica, porque el litio aquí
está, según los técnicos, en arcilla (...) requiere un tratamiento especial,
pero ya los investigadores ya están haciendo estudios para buscar la forma de
extraerlo, procesarlo, es decir, separarlo de la arcilla y tener ya esta
materia prima, que es básica para la elaboración de baterías”, añadió.
Recordó que mientras no se pueda extraer litio, no se podrán
hacer baterías para autos eléctricos, que es uno de los
compromisos entre los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México: “No
podríamos avanzar en ese objetivo si no se cuenta con litio, si no se cuenta
con las baterías, y la materia prima para hacer las baterías es ese mineral, el
litio”.
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