La postura que ha adoptado el presidente Andrés Manuel López Obrador hacia el gobernador de Nuevo León, Samuel García y su esposa, la exitosa influencer Mariana Rodríguez, está motivada por intereses políticos y se sostiene en el indulto de presuntos crímenes.
De acuerdo con la columna Mariana, la nueva carta de Andrés de Raymundo Riva
Palacio, Samuel García se convirtió en una especie de rehén del presidente López
Obrador tras el inicio de una investigación federal contra Mariana y su padre
por presuntos delitos fiscales y de lavado de dinero.
El 23 de abril de 2021, el periódico Vanguardia de
Saltillo reportó que desde 2019 las autoridades estaban investigando a García,
en ese entonces candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Nuevo
León, por presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita.
El caso llegó al Instituto Nacional Electoral (INE), quien a
su vez lo turnó a la Comisión de Fiscalización para investigar un posible
financiamiento electoral ilegal.
Las operaciones incluían depósitos por 26 millones de
pesos de una empresa fantasma, además de 170 millones de pesos triangulados
entre firmas ligadas a operaciones inusuales y presunto lavado de dinero, así
como consumos por más de 18 millones de pesos con tarjetas de crédito y retiros
millonarios en efectivo, en las que también estaba involucrado el padre de
Mariana, Jorge Rodríguez Valdés, señala Riva Palacio.
Unos meses después, el nombre del padre de Samuel, Samuel
Orlando García Mascorro, apareció en los avances de la investigación
comunicados por la Fiscalía General de la República (FGR). Además, un reportaje
del periodista Arturo Ángel publicado en el portal de Animal Político informó
que el padre de Mariana estaba bajo escrutinio de la Unidad de Inteligencia
Financiera (UIF) por simulación de operaciones en la empresa Proveedora de
Talento Ejecutivo.
La información filtrada puso más presión sobre García quien
ese momento competía por la gubernatura de Nuevo León. Según Riva Palacio,
esto lo llevó a hablar con el entonces consejero jurídico de la Presidencia,
Julio Scherer, para asegurarle que las imputaciones no tenían sustento. Este
comunicó el mensaje a López Obrador y las investigaciones se congelaron.
De esta forma, García selló un acuerdo implícito que lo
obligaría a apoyar los proyectos presidenciales una vez que se convirtiera en
gobernador del estado.
Investigación en contra de Samuel García y su familia sigue
abierta
Las carpetas de investigación en contra del gobernador y su
familia no desaparecieron, sino que se mantienen en pausa bajo la condición de
cumplir con el acuerdo pactado. Mientras tanto, García y Rodríguez aprovechan
el respaldo para realizar movimientos que también les resultan convenientes,
como regresar a ocupar la gubernatura de Nuevo León y competir por la alcaldía de Monterrey.
“Ahora, una vez más con el control en el gobierno, García
sigue jugando sus fichas con el aval de López Obrador, que palomeó a la señora
Rodríguez, omitiendo las investigaciones en su contra. Nada sorprendente. Sus
fines, contra lo que dice, sí justifican los medios”, sentencia Riva Palacio.
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