Al iniciar la construcción de la refinería Olmeca en Dos
Bocas, Tabasco, ni el gobierno federal ni el local previeron el impacto
socioeconómico del traslado de más de 25 mil trabajadores al municipio de
Paraíso. Aunque hay derrama económica, no es la prevista y viene con colapso de
servicios y caos.
A marchas forzadas, miles de trabajadores aún siguen en la
recta final de la construcción de la Refinería Olmeca de Dos Bocas, de donde
hasta ahora no sale ni una sola pipa de gasolina ni diésel, gas y los otros
derivados de unos 340 mil barriles de petróleo diarios que, se calcula,
refinará este complejo.
Un ejército de hombres y mujeres siguen laborando desde
antes del amanecer hasta el ocaso en las 17 plantas de esta refinería, a fin de
que llegue a operar al cien por ciento y produzca gasolinas, diésel, gas
avión, combustóleo, gas licuado de petróleo, coque, lubricantes/parafinas,
combustóleo pesado, gas seco, propileno, aceite y azufre, entre otros
productos.
El 1 de julio de 2022 el presidente Andrés Manuel López
Obrador, al inaugurar la primera etapa constructiva de la Refinería Dos Bocas
como “un sueño hecho realidad”, recorrió sus instalaciones y se comprometió a
que en un año cumpliría esa meta para tener un país “autosuficiente” y así
responder “a una eventual crisis energética como la que actualmente vive el
mundo”.
Los días jueves 29 y viernes 30 Proceso hizo un
recorrido en las instalaciones de la refinería, donde los obreros trabajan bajo
el intenso calor, junto al Golfo de México.
Las empresas que ganaron la licitación e iniciaron los
trabajos en 2019, ICA Flúor, Samsung Engineering y Techint, S.A. de C.V.
(Techint México) y sus más de 100 empresas nacionales y extranjeras
subcontratadas, llevan ya cuatro años levantando esta obra.
El presidente López Obrador dijo el jueves 29 que se abrió
la válvula del ducto de crudo para empezar a cargar la refinería. “En una
primera etapa se producirán cerca de 80 mil barriles este año. Yo pienso que
para inicios del año próximo ya va a estar procesando 340 mil barriles de
crudo”, puntualizó.
En un video en YouTube, subido a las 13 horas de ese jueves,
se aprecia cuando Cuauhtémoc Morales, un trabajador de Petróleos Mexicanos,
abre la válvula por donde pasaron los primeros 11 mil 148 barriles de crudo del
millón que llega a la Terminal Marítima de Dos Bocas, según informó la
Secretaría de Energía, Rocío Nahle García.
Desde el cuarto de control, Nalhe García explicó el proceso
de destilado para empezar a producir diésel.
Aurelio García Castillo, delegado de la Asociación de Hoteles y Moteles de
Tabasco en Paraíso, afirma que esta localidad no estaba preparada para una obra
de esta envergadura. Desde 2019 la demanda de servicios rebasó la capacidad que
podían ofrecer los lugareños.
“Vemos que la refinería prácticamente ya está terminada,
vemos desde fuera que todo está listo, pero vamos a ver cuándo empiezan las
operaciones. Ojalá sí traiga un beneficio posterior a su funcionamiento al cien
por ciento”, comenta.
Por lo pronto, el sector hotelero y arrendatarios de casas, cuartos y demás
inmuebles se fueron hacia arriba, tanto que fueron superados por la demanda.
Miles de trabajadores que no pudieron encontrar vivienda u hospedaje aquí se
fueron a Comalcalco y otros municipios vecinos.
La llegada de decenas de miles de hombres y mujeres
encareció los servicios, lo que afecta a los pobladores locales. García
Castillo cree que incluso se tendrá que dar “un reacomodo social” entre los
paraiseños y los trabajadores que se queden a vivir acá.
“Es una población flotante la que llegó”, señala al respecto
Manuel Antonio Miranda Hernández, presidente de la Cámara Nacional de Comercio
y Servicios Turísticos en Paraíso.
Si bien esta población foránea deja una derrama económica al
comercio local, la mayor parte se va hacia fuera. Muchas de las empresas que
llegaron no pagan impuestos a nivel municipal y menos estatal.
Miranda reprocha que nunca hubo comunicación entre el gobierno federal ni de
los contratistas con los sectores económicos de Paraíso. Sin embargo, espera
que en la próxima etapa de operación se vea el beneficio que han esperado en
vano en los primeros cuatro años de construcción.
“La autoridad municipal quedó rebasada en todo”, dice el
líder empresarial, por lo que en su opinión, tras la llegada de estos 25 mil
obreros, que después se retirarán, se resentirá el impacto.
Alma Delia Pérez Ureña, de la Fundación Te Regalo del Alma una Sonrisa, A. C.,
activista y empresaria hotelera, coincide con el líder de la Canaco. Según
ella, la alcaldesa de Paraíso, Ana Luisa Castellanos, fue rebasada por la
situación.
A decir de la activista, el papel de la presidenta municipal
como gestora social y voz del pueblo quedaron en entredicho. Pues los
pobladores han tenido que salir a las calles a protestar. Responsabiliza de las
mismas fallas a la diputada local Laura Patricia Ávalos y a la diputada federal
Janisse Contreras, todas de Morena.
Aunque la empresaria se dice admiradora de Andrés Manuel
López Obrador, reclama que las calles de su municipio siguen igual de
destrozadas que antes de empezar la obra y que hay una pésima gestión del
ayuntamiento en el manejo de las aguas negras, aguas residuales y aguas
pluviales.
“Nunca habíamos tenido apagones, tampoco crisis de abasto de
agua potable. Ellas, la alcaldesa y las diputadas deberían encabezar este grito
desesperado de los paraiseños. Necesitamos el apoyo de esas voces que nos
pidieron el voto” dice Pérez Ureña.
Hotelera desde hace 25 años en el centro de Paraíso, afirma
que la obra levantó la economía que venía a pique desde la reforma energética
de Enrique Peña Nieto, la cual puso en jaque a Petróleos Mexicanos
(Pemex).
“La refinería trajo beneficios, pero exhibió muchos de los problemas de
Paraíso, como el abasto de agua y otros servicios, además de las vialidades se
colapsan de forma recurrente ante tanto flujo vehicular”, señala, y reitera que
las autoridades municipales “se quedaron cortas ante esta situación”.
Proceso buscó a la alcaldesa Ana Luisa Castellanos a
través de su oficina de prensa, donde negaron la entrevista porque estaba en
“reuniones privadas”. De igual forma se buscó a la secretaría de Energía, Rocío
Nalhe, a través de Alfonso Rosas, su jefe de comunicación social, quien
respondió inicialmente pero después ya no hizo contacto.
El reportero comprobó que Paraíso actualmente padece un caos
vial, pues los más de 25 mil obreros se mueven en cientos de motocicletas y
autos, saturando calles y avenidas, mientras que a pie abarrotan parques y plazas.
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