Constato lo que está sucediendo con los libros de texto y la CONALITEG, y pienso en mi bisabuelo retorciéndose en su tumba. Martín Luis Guzmán, uno de quienes concibieron y luego concretaron la creación de los libros de texto gratuitos en México, además del primer titular de la referida Comisión, se volvería a morir al saber del camino que ha tomado la 4T en la materia.
La propuesta entonces de él y de muchos expertos en
educación fue simple y a la vez de un profundo sentido de justicia social:
acercar el conocimiento a los niños y a los jóvenes de México a través de
los libros de texto gratuitos. Que la situación socioeconómica o el lugar
donde habitaran los pequeños NO fueran impedimentos para que el material
educativo estuviera a la mano.
La función educativa ha evolucionado; los libros también
Ahora bien, con los años la función de la educación en
México como en el resto del orbe ha dejado de ser acercar y trasmitir
conocimiento —gracias a los avances tecnológicos ese se encuentra de una u otra
forma al alcance de todos y cada vez en mayor cantidad— y se ha convertido en
aprender a pensar (‘aprender a aprender’ es consecuencia de ello). Esto,
desafortunadamente, es algo que la SEP no termina de entender, menos
aún ahora con la dependencia a cargo de la autodenominada ‘Cuarta
Transformación’.
Pero sigamos: a la par de la evolución del porqué de la
educación es lógico hayan cambiado también los instrumentos, medios y formas
para educar. Pero resulta ser que la 4T, como en muchas otras cosas y ámbitos
de la realidad mexicana, vuelve a utilizar de forma obsoleta un
instrumento que ya de por sí adquirió obsolescencia en lugar de hacerse de
otros nuevos y variados instrumentos que facilitan acercarse al conocimiento.
Pero por si eso fuera poco, ocurre que este gobierno además
está utilizando los libros de texto gratuito no para acercar el conocimiento
universal al estudiantado sino para recetarle UN solo tipo de “conocimiento”,
el de ‘los otros datos’ en los que cree la 4T.
Así, el horror es doble. Horror al equivocar el instrumento
para educar y horror por cuanto al fin último por el cual se está “educando” a
los niños y jóvenes.
La 4T desconoce (o hace como que olvida) que la educación
pertinente hoy en día consiste en tres cosas básicamente:
• Aprender a buscar información
• Aprender a usar la cabeza para discernir o procesar esa
información
• Aprender a poner en práctica eso que se procesó
mental y racionalmente. Esto es, el cómo resolver problemas, situaciones y
retos de la vida diaria.
Los expertos en educación saben muy bien que eso NO está ni
se desprende de NINGÚN libro (ya no se diga de los catalogados como libros de
texto). Sea uno escrito por Lenin, por Sócrates (que nunca escribió ningún
texto, aunque López Obrador diga lo contrario), por Irene Vallejo o
por Sabina Berman.
Peor tantito cuando se trata de propaganda disfrazada de
libros de texto gratuitos que lo que realmente buscan es convencer a la niñez
mexicana de “las bondades” del presente régimen gubernamental (Regeneración
Nacional). Porque, seamos serios, con los libros de texto gratuitos de la 4T ni
siquiera de inculcar una ideología se trata. Son pasquines (o en
parte pasquines) que buscan endiosar a López Obrador y al obradorismo.
Propaganda vs pluralidad
Las propuestas de Sady Arturo Loaiza, exfuncionario del
gobierno de Maduro, encargado hoy dentro del gobierno federal del rediseño y
contenido de los libros de texto gratuitos, no solo son caducas en lo que se
refiere a la ideología del comunismo, sino que también se ha probado no
funcionan; las poblaciones no soportan estar regidos en la práctica por este
tipo de gobiernos.
Traer el marxismo, leninismo y comunismo en
general a los libros de texto corresponde a la propaganda de un tipo de
régimen, de ese tipo de gobierno que ha mostrado derivan en prácticas
dictatoriales, en absurdos, en aniquilar toda posibilidad de desarrollo para su
gente.
¿Dónde quedaron los libros de texto que ofrecían la
universalidad del pensamiento? Así eran los originales y así fueron durante
décadas (incluso durante el ‘nefasto periodo neoliberal”…)
Aquellos que eran un compendio de voces expertas y
conocedoras de diverso tipo; de escritores, ilustradores, investigadores y
historiadores, pedagogos, artistas. Quienes contribuyeron a expresar una
pluralidad de concepciones e ideas. De orientaciones y de técnicas.
¿Cómo es posible haber devenido en lo opuesto? En un instrumento
para combatir el universo de voces, para denostar y despreciar la excelencia,
para polarizar. La 4T sobajó e hizo a un lado a los expertos de los
distintos campos profesionales. Llevó a que el mérito y la sapiencia sean
despreciados (o directamente atacados). El gobierno “de izquierda y
‘progresista” siendo conservador y retrógrada.
Conflicto de interés y corrupción
Mas el horror continúa. No conformes con lo anterior —de
hacer a un lado la experiencia y conocimiento de mexicanos y no mexicanos que han
dejado un amplio legado al mundo en diversos ámbitos— este gobierno se está
haciendo de “funcionarios públicos” que no tienen ni la más remota idea de lo
que significa el servicio a la población, la elaboración de instrumentos de
calidad, de cómo funciona la pedagogía.
Es verdaderamente una bofetada al gremio educativo, pero
también a la ciudadanía, a la población, a los mexicanos en su conjunto,
privilegiar a un individuo que no sabe de eso, que no cumple con ninguno de los
requisitos que se requieren para buscar la pluralidad y calidad de los
contenidos, pero que encima de todo no es mexicano. Y conste que en los libros
de texto gratuitos originales colaboraron extranjeros de amplia valía como fue
el caso de Gabriela Mistral.
Hoy, sin embargo, se decide no reconocer la sabiduría y la
experiencia de los profesionistas mexicanos, que los hay. En otras palabras: no
solo se van con la escoria, sino que encima ¡la importan!
Hay más: este propagandista importado la hace de “servidor
público” ocho horas al día, si bien nos va, y el resto del día se pone la
cachucha del proveedor del gobierno. Sí, todo indica que el personaje forma
parte de una empresa que vende servicios e insumos médicos al gobierno federal…
Una herramienta y un plan en detrimento de la educación
La educación del futuro o la “Nueva Escuela Mexicana” no
busca llevar al estudiante a aprender por sí solo, a filtrar el conocimiento, a
discernir entre distintos tipos de argumentos, a pensar por sí mismo. ¡Todo lo
contrario son los libros de texto gratuitos versión 4T!
Una herramienta educativa en detrimento de la educación. Una
que no solo no va a ayudar, sino que perjudicará al proceso educativo.
Ante estos libros de texto, por muy gratuitos que sean, lo
que corresponde es decir “no gracias, paso” o, bien, tomarlos e inmediatamente
después tirarlos a la basura.
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