El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
ofreció 88 mil pesos a Vanessa Dib Velazquez, una mujer a quien le fueron amputadas
las piernas, le extirparon el útero y un ovario tras un “error de
diagnóstico”, luego de acudir al Hospital General Regional número 1 de
Querétaro sólo para retirarse el Dispositivo Intrauterino (DIU), ya que estaba
traslocado.
La víctima habló este jueves del ofrecimiento que le
hace el IMSS.
“Me ofrecen 88 mil pesos por la reparación del daño, ¿Yo le
pregunto a los médicos si eso valen sus piernas? Con gusto se los pago para que
me regresen las mías”, así lo manifestó Vanessa, quien es una joven madre
soltera que señala negligencia médica del IMSS y pide una respuesta a
su caso.
Vanessa contó que el IMSS le ofrece los 88 mil pesos como
reparación del daño, pero ni siquiera le ha ofrecido una disculpa por
el daño que le causó.
“Obviamente eso no va a reparar mi daño, pero ayudaría un
poco en la parte emocional, porque, quizá, ellos no se ponen a pensar todo lo
que llegaron a truncar (...) Me ofrecen creo que 88 mil pesos para la
reparación del daño y yo quisiera preguntarle a los médicos que cometieron esos
errores, si esos 88 mil pesos valen sus piernas”, dijo.
Vanessa exige que el IMSS le dé unas prótesis nuevas, un
aumento de pensión porque tiene lo mínimo, reparación del daño y becas y
talleres para sus dos hijos.
En septiembre de 2018, la joven de entonces 27 años asistió
al menos en tres ocasiones a la Unidad de Medicina Familiar número 9 (UMF-9)
del IMSS en Querétaro, por un dolor abdominal. El diagnóstico fue
infección en vías urinarias y colitis, por lo que se le dio tratamiento sin
realizar estudios de laboratorio.
Acudió al área de ginecobstetricia en el Hospital General
Regional número 1 (HGR-1) de Querétaro, para retirarse el DIU que se
encontraba traslocado, el cual se extrajo con pinzas sin realizar previamente
un ultrasonido o estudios de rayos X.
Tres días después, la víctima acudió a la UMF-9 por un dolor
lumbar, donde se anotó como antecedente el retiro del DIU y que, sin llevar a
cabo algún análisis, se le diagnosticó lumbalgia aguda. Pero la situación de
salud de la mujer empeoró y se presentó en el área de urgencias de la UMF-9 y
de ahí fue trasladada al HGR-1, donde ingresó por grave pérdida de sangre,
gastroenteritis infecciosa y deshidratación severa.
Esto provocó que fuera necesario proporcionarle respiración
mecánica a la mujer, que la intubaran y una transfusión sanguínea, y debido al
paro cardíaco que sufrió, requirió reanimación por 30 minutos, se le realizó
extirpación de útero y ovario y, posteriormente, se le amputaron ambas piernas
en el hospital del IMSS.
La mujer, que ahora tiene 31 años, mencionó que tras su
caída en coma durante nueve días, el IMSS dijo a su familia que ella
había traído una infección y que “era la culpable de estar en esa
situación”.
Agregó que todavía se someterá a una cirugía más para
que le quiten el hueso de su pierna que le molesta.
CNDH pide reparación del daño por diagnóstico erróneo a
Vanessa
Con lo anterior, la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) emitió la Recomendación 118/2022 a Zoé Robledo, director
general del IMSS, debido a que personal médico adscrito al HGR-1 y a la UMF-9
transgredieron los derechos a la protección de la salud, a la integridad
personal, a la salud sexual y reproductiva, y dañaron el proyecto de vida de la
víctima.
Además, el organismo señaló que la atención otorgada no
fue oportuna ni adecuada y que hoy la víctima podría presentar trastornos
fisiológicos secundarios de su función reproductiva, alteraciones de la función
sexual y trastornos psicológicos relacionados a la pérdida del útero.
La amputación de ambas piernas obliga a la víctima a
usar prótesis, que “si bien el proceso se llevó a cabo para salvar la vida
de la víctima ante el avance de la infección, este procedimiento aplicado fue
resultado de una inadecuada atención médica, un diagnóstico deficiente e
incompleto y de un inadecuado seguimiento de control, que permitieron el avance
importante de la infección que pudo prevenirse”, dijo la CNDH.
La CNDH ha solicitado que la víctima sea compensada debido a
que el tratamiento ha afectado su proyecto de vida.
“El IMSS deberá otorgar a la víctima, de forma
vitalicia, la atención médica que requiera como consecuencia de la
discapacidad permanente y las secuelas que esta le genere, y deberá
proporcionar todos los dispositivos de prótesis requeridos que le
permitan su desplazamiento adecuado”, indica el documento.
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