Sergio Díaz Hernández, el abogado postulante, con un despacho prestigiado y fama de ser serio y muy profesional, es ahora el presidente municipal de Ecatepec, tal vez el municipio más poblado de América Latina.
Díaz Hernández con experiencia en administración pública por que ha sido director de jurídico y consultivo, pero sin cargo de elección popular y en esta etapa antes de lograr la nominación oficial de alcalde se desempeñaba como secretario municipal, tiene diez meses para demostrar a propios y extraños, que también tiene la capacidad y sensibilidad de lo que es, está alta responsabilidad.
Director general de MEXIQUENSE
La primera acción que considero marcará a su corta administración es la creación de la Dirección del Empleo porque coincidentemente Ecatepec y el Estado de México se encuentran en los primeros rangos en este renglón, es decir no hay trabajo formal.
También anunció que fomentara la identidad ecatepequense a través de los nueve pueblos que lo conforman y los desarrollos habitacionales que hoy son parte importante de su estructura urbana.
La disposición de combatir abiertamente los actos de corrupción y apatía de los servidores públicos serán otro referente, sobre todo que según se filtró los titulares de las diferentes direcciones, tenían como obligación llevar el consabido diezmo en un domicilio que se ubica en la colonia Tierra Blanca.
Los traidores y parlanchines, están plenamente identificados, en algunas direcciones y en el organismo municipal descentralizado SAPASE.
Pero la disposición más sana y seria es fomentar el trabajo digno entre los ecatepequenses tendrá su consecuencias positivas por mejores salarios, con prestaciones sociales, porque además se fortalecerá el núcleo familiar, al permanecer el padre o la madre más cerca de sus hijos y evitar de esta manera que sean agredidos sexual; en las mujeres; incorporados al crimen organizado, o convertidos en adictos sin control.
Al anunciar en las páginas de MEXIQUENSE durante la entrevista que nos concedió de manera exclusiva minutos después de haber sido confirmada su designación como presidente municipal sustituto de Ecatepec, que propondría al cabildo esta dirección destinada a fomentar y consolidar nuevas fuentes de trabajo, causó un fuerte impacto de orden político y social.
Esto lo afirmamos porque reporteros de esta casa editorial salieron a la calle a interrogar a la ciudadanía y la mayoría se mostro sorprendida, y algunas de las personas originarias del municipio y otros avecindados de hace muchos años recurrieron a la nostalgia.
Una persona de edad mayor, dijo como no recordar nuestra querida empresa Sosa Texcoco, donde quienes trabajaban en ella teníamos una vida económica desahogada.
Una persona que le acompañaba de manera jocosa recordó “hasta las cantinas hacían el gran negocio con quienes trabajábamos en Sosa”.
L a zona industrial de Xalostoc, pero sobre todo a lo largo de lo que hoy conocemos como Via Morelos, que anteriormente era la carretera antigua a Pachuca o a Laredo, podríamos observar las grandes empresas como General Electric, Kelvinator, Aceros Tepeyac etc; empresas que eran el referente del auge económico de los habitantes de Ecatepec.
Las zonas industriales hoy en algunos casos invadidas por la mancha urbana, eran también referencia del gran empleo que teníamos en Ecatepec, nos dice otro viejo trabajador con cierta nostalgia.
El Ecatepec del siglo XXI, es el de los tianguis, que cuenta con cerca de 300, porque son refugio de desempleados; lo mismo es el transporte, ahora es enrrolarse para operar un taxi que es lo que abunda en territorio local, pero todo esto es la economía informal.
Los centros comerciales que se anuncian con bombos y platillos como generadores de empleo son realmente ficción, porque un trabajador en esas instancias, no obtiene emolumentos, que le permitan satisfacer tan siquiera sus gastos personales.
Un fenómeno similar se da en el mundo de las gasolineras, donde los celebres despachadores subsisten de la propina y de ser complices de los dueños de esas estaciones porque despachan de manera incompleta el litro de combustible.
Sergio Díaz Hernández, tendrá que echar; como se dice coloquialmente; toda la carne al asador para poder crear la dirección del empleo; misión difícil pero no imposible.
Me explicaban que hay el interés de rescatar las bodegas que hoy están abandonadas y están en venta o en renta.
Tal vez la invitación para que vengan maquiladoras y algún tipo de industria no contaminante será de gran atractivo, para dar sustento al proyecto de crear empleos.
Ecatepec cuenta con una gran fuerza humana que son sus habitantes, gente positiva y trabajadora proveniente del interior de la republica y del propio extranjero lo que hace que la alternativa de ubicar empresas maquiladoras y armadora podría ser un gran paliativo a la crisis del desempleo en Ecatepec.
La cercanía con la gran metrópoli como lo es el Distrito Federal también resulta un atractivo porque se reducen los gastos de fleteo, y además pese a lo que se diga la inseguridad se encuentra en niveles menos agresivos a los que viven en el norte del país
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