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lunes, 22 de mayo de 2017

Chogosta… tierra empaquetada, ¡lista para comer!

En Jaltipan Veracruz, es una comida prehispánica conformada por tierra que la convierte en comestible…

Una tradición milenaria, prehispánica, ahora lista para vender empaquetada.

Es la Chogosta, un producto tradicional de Jáltipan que data desde la época prehispánica y era utilizado como golosina por los antiguos mexicanos. Hoy, los investigadores han descubierto que tiene propiedades curativas para mitigar parasitosis o infecciones estomacales.
Jaltipan, Veracruz.- Está lista, empaquetada. Es una bola de lodo, arcilloso, horneado, debidamente empaquetado, listo para deglutir como un “snack” o golosina en caso de hambre o para limpiar los dientes, como terapia nutricional además.
Es también un remedio indígena ancestral. Tiene el plus que coadyuva a curar enfermedades estomacales, parasitosis, y proveé al organismo humano de los minerales necesarios para un buen funcionamiento.

En el Festival de la Chogosta hubo muestra de laudería.

La asociación civil Tapalehui Toj Nehuan (Ayudemos a Nuestros Hermanos), el rancho Luna Negra y el Centro de Documentación del Son Jarocho empaquetaron la famosa Chogosta, producto típico de Jáltipan-Veracruz-para exponerlo a venta al consumidor.
“La Chogosta contiene todos los minerales que hay en el subsuelo: Nitrato, fosfatos, Potasio, Fósforo, Magnesio, Aluminio; todos los elementos que se encuentran en la tabla periódica se encuentran en esa parte del suelo. Por lo que lo hace más rico en nutrientes”, asegura el ingeniero bioquímico José Luis Jerónimo Pérez, integrante de la asociación civil Tapalehui Toj Nehuan.
La chogosta data desde la época prehispánica, añade el investigador.
Asociaciones civiles de Jáltipan organizaron el pasado fin de semana el primer Festival de La Chogosta como una opción para contrarrestar todo el daño ecológico que consideran ha perjudicado el tiradero de coque, residuos de hidrocarburo, así también para exponer todas las tradiciones culturales del sur de Veracruz que podrían detonar un turismo cultural, que reactive la economía en esa zona.
“Si necesitamos vitaminas, también necesitamos minerales. Proteína. Y éstas nos las proporciona la chogosta. Puede ser utilizada como terapia nutricional, principalmente atiende enfermedades del estómago. Como desinfectante. Elimina infecciones estomacales y parasitosis”, asegura Jerónimo Pérez.
Algún día, añade Perry Guillén –del Centro de Documentación del Son Jarocho-espera producir chogosta en cantidades industriales en la que incluso se pueda encontrar hasta en tienditas o en los Oxxos.

Perry Guillén, del Centro de Documentación del Son Jarocho

Pero antes, asegura, pretende hacer un taller regional acerca su elaboración ya que Jáltipan es el único pueblo mexicano donde se consume este tipo de lodillo como alimento.
Actualmente la chogosta está en peligro de desaparecer no por la falta de material arcilloso sino por la gente que sabe cómo prepararla.
“Ahora solo hay una persona en todo Jáltipan que sabe cómo preparar la chogosta y ya está muy viejito”, menciona Perry Guillén, quien también es director del grupo jaranero Los Cojolites. “Pensamos hacer un taller de elaboración porque ese señor ya se siente viejo y no quiere morir sin antes haberlo dado a conocer”, dice.

Modo de Preparación
De acuerdo a Perry Guillén, para preparar la chogosta se requiere extraer el lodo desde unos yacimientos donde brota ese tipo de lodillo, que es color blancuzco-rosado.
José Luis Jerónimo Pérez, ingeniero bioquímico: “la chogosta es rica en nutrientes”.

En todo Jáltipan – que en lengua náhuatl significa “Lugar de Arena”- no hay ya un solo manatial de este tipo de lodillo porque solo se encuentran aquí bancos arenosos.
Sin embargo, hay ciertas áreas de Chinameca donde todavía se puede extraer el lodo necesario para la chogosta, explica Perry Guillén.
“En manantiales de lodo rojo, hay vetas de un lodo blanco o rosadito, es como amarillo casi blanco. Y es chicloso. No es arenoso. Se junta, se hace bolita y luego lo ponen en el fogón a una temperatura y distancia necesaria solo para que se cosa. Se tiene que utilizar leña de encino”, explica el director del Centro de Documentación del Son Jarocho.
“Ya en la lumbre le echan hierbas aromáticas y eso es lo que se hace para que adquiera el saborcito. La chogosta no sabe mal.
Es el vestigio que tenemos desde hace muchos años y es lo que nos identifican como el pueblo de los chogosteros”, añade.
Somos el único pueblo que elabora y come la chogosta, dice Perry Guillén.
El Centro de Documentación del Son Jarocho y el rancho Luna Negra decidió presentar este producto típico prehispánico directamente al público consumidor. Ahora se encuentra en una presentación empaquetada, con bolsa de celofan.

En el festival de la Chogosta hubo talleres de son jarocho

Su venta está en presentación de bolitas de tierra alrededor de 20 gramos de peso, con su respectiva etiqueta, de ser un producto 100 % jaltipaneco, artesanal… mexicano.
“Teníamos bastantes productos, pero ya no tenemos, se vendieron. La gente nos llegó a comprar”, acota Perry Guillén.
– ¿Planean producirlo en cantidades industriales, para que algún día se vendan hasta en los Oxxo´s?.- se le cuestiona.
-“Pues ojalá que se pueda hacer así. Lo complicado es sacar la tierra (…) Dentro de poco vamos hacer un taller de la chogosta más en forma. Queremos sacarle a la gente todos sus secretos de elaboración, porque esta tradición tiene que continuar”, responde.

Artesanías, chogosta, telares, comida típica, todo un agasajo el festival de la Chogosta en Jáltipan.

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