El cardenal Javier Lozano Barragán, arzobispo de Zacatecas desde 1985 hasta 1997, fue amigo del Papa Francisco y conocido por sus posturas férreas en temas como la eutanasia.
El cardenal mexicano Javier Lozano Barragán —quien
fue presidente del Pontificio Consejo para los operadores sanitarios desde 1996
a 1997, cargo similar al de un “ministro de Sanidad” del Vaticano— falleció
este miércoles 20 de abril, en Roma, Italia, a los 89 años.
El cardenal, arzobispo de Zacatecas desde 1985 hasta
1997, fue amigo del Papa Francisco, que lo visitó varias ocasiones cuando
estuvo enfermo y una figura clave en el pontificado de Juan Pablo II ,
conocido por sus posturas férreas en cuestiones como la eutanasia y algunas
declaraciones que dieron mucho que hablar.
Javier Lozano Barragán fue nombrado obispo en 1979 y
cardenal en 2003, bajo el pontificado de san Juan Pablo II, quien lo trajo a Roma como presidente
del Pontificio Consejo para los operadores sanitarios en 1996 y presentó su
renuncia por motivos de edad al papa Benedicto XVI.
Tras una caída en su habitación el pasado 13 de abril, Lozano
Barragán fue hospitalizado en la clínica San Pio XI, pero después de un
día regresó a su casa porque los médicos informaron de que ya no se podía hacer
nada, debido a su delicado estado de salud, informaron fuentes cercanas al
cardenal.
Por su propia voluntad el cardenal Javier Lozano
Barragán no será incinerado y pidió ser enterrado en Zamora, Michoacán,
donde se encuentra su casa y la sede de la fundación dedicada a su madre
Lolita.
El papa Francisco, con quien mantenía amistad desde antes de
su elección, lo visitó el viernes, antes de dirigirse al Coliseo para
participar en el Via Crucis y lo solía llamar “Lázaro”, bromeando porque el
purpurado mexicano siempre lograba reponerse de sus problemas de salud.
Francisco ya le había visitado en otras ocasiones como en
mayo de 2013 poco después de su elección, cuando fue a la clínica Pío XI,
donde Lozano Barragán fue operado de una oclusión intestinal.
Lozano Barragán protagonizó una de las más duras
posiciones del Vaticano en uno de los casos que conmocionó a Italia en
2009, la autorización por parte de la Justicia a la desconexión de la
sonda alimenticia a la italiana Eluana Englaro, en estado vegetativo desde
hacía 17 años tras sufrir un accidente de tráfico y tras una dura batalla de su
familia. El purpurado lo calificó entonces de “abominable asesinato”.
El cardenal mexicano también sorprendió cuando declaró,
durante la apertura de una conferencia sobre el genoma humano organizada por el
Vaticano, que en el ADN “podemos encontrar la Santísima Trinidad”.
También aseguró en 2019 que los transexuales y los
homosexuales jamás entrarán en el Reino de los Cielos, “ya que todo lo que va
contra la naturaleza ofende a Dios”.
Según declaraba entonces el purpurado mexicano, “no se nace
homosexual, sino que se vuelve la persona, por motivos de educación, por no
haber desarrollado la propia identidad en la adolescencia”.
Los orígenes y la carrera de Javier Lozano Barragán
Nació el 26 de enero de 1933 en Toluca, Estado de México,
y fue ordenado obispo el 15 de agosto de 1979 en la Basílica de Guadalupe,
lugar que eligió para celebrar su primera misa como cardenal.
Entre 1954 y 1958 obtuvo la licenciatura y el doctorado
en Teología Dogmática en la Universidad Pontificia Gregoriana.
Después de su ordenación sacerdotal, el 30 de octubre de
1955, fue profesor de Teología Dogmática e Historia de la Filosofía en el
seminario diocesano y maestro de Pedagogía en las escuelas magistrales.
Entre 1973 y 1975 fue presidente de la Sociedad
Teológica Mexicana y entre 1977 y 1979 fue nombrado director del Instituto
Teológico Pastoral de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM).
De 1979 a 1984 ejerció su episcopado en la archidiócesis de
México y fue después nombrado obispo de la diócesis de Zacatecas (1985-1997).
En 1988 fue elegido miembro del Consejo Pontificio para el
Diálogo con los No Creyentes (posteriormente Consejo Pontificio de la Cultura)
y en 1989, miembro de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Entre sus publicaciones destacan “Síntesis dogmáticas
actuales” (1968), “Cultura y religiosidad popular (1979), “La Iglesia del
Pueblo, Teologías en conflicto” (1983), “Por qué soy católico” (1991) y
“Teología y Medicina (2000).
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