La pandemia de Covid-19 ha generado huecos de atención en todas las instituciones de salud.
En la entidad, pese a la contratación de
mil 400 personas para el sector salud, incluyendo médicos para enfrentar la
emergencia, hubo institutos donde personal médico administrativo o directivo ha
tenido que ponerse la bata para responder a la demanda.
De acuerdo con cifras de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en
México se tiene una deficiencia del 33% en médicos.
Por ello, todas las instituciones de salud
del Estado de México registran una enorme carencia.
En el país, de acuerdo con el exsecretario
de salud estatal y exdelegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
en la entidad, Enrique Gómez Bravo Topete, no se ha formado a médicos de
acuerdo con las necesidades y acorde con el modelo epidemiológico actual.
El actual director de la Universidad de la
Salud del Estado de México (UNSA) detalló que hay muchos médicos pediatras,
ginecólogos y anestesiólogos, pero faltan médicos endocrinólogos, cardiólogos y
nefrólogos, pues las especialidades que más se ofertan a los estudiantes de
medicina siguen siendo las tradicionales.
“Tenemos muchos ginecólogos, pero
necesitamos médicos especialistas en endocrinología, cardiología, neurología y
nefrólogos, más aún cuando la esperanza de vida ha incrementado y las
enfermedades crónico-degenerativas se van a disparar”, mencionó.
Informó que en su paso por la delegación
poniente del IMSS Estado de México, la carencia de médicos especialistas para
distintas áreas médicas era grave, pues en el área de urología sólo se contaba
con tres especialistas, lo cual era insuficiente para cubrir las necesidades de
la población derechohabiente.
Uno de los factores que influyen en esta
carencia, indicó Gómez Bravo, es que la mayoría de médicos con especialidades
escasas prefieren laborar en las ciudades, ya sea en los grandes institutos o
en su caso en el ámbito privado, por lo que es muy difícil que acepten las
ofertas laborales del sector público, ya que además implica moverse de su área
de confort.
Este déficit de médicos especialistas
tiende a agravarse luego de la actual pandemia provocada por el Covid-19, pues
en varios institutos de salud muchos médicos especialistas con factores de riesgo
se tuvieron que resguardar en sus domicilios y dejaron de prestar sus
servicios.
REEMPLAZOS
En el caso del ISSEMyM, indicaron
autoridades, la necesidad de atención de pacientes no sólo en los hospitales
designados como Covid (Centro Médico ISSEMyM de Toluca y Hospital Regional de
Tlalnepantla), sino en otras unidades médicas, ha obligado a una gran parte de
médicos que desempeñaban tareas administrativas a sumarse a la atención de la
población derechohabiente.
Esto ha ocurrido en otros sitios como el
Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), en el Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y en el IMSS, pues
ha crecido la demanda de atención por parte de la población.
“En mi caso por la edad y porque padezco de
diabetes, tuve que confinarme en mi casa y dejé de dar consulta inclusive en el
ámbito privado, alguien seguramente debe cubrir estos espacios”, refirió un
médico traumatólogo que labora en el sector público.
CIFRAS
Al respecto, y derivado de esta pandemia,
el secretario de Salud del gobierno estatal, Gabriel O´Shea Cuevas, dio a
conocer que se contrataron poco más de mil 400 recursos humanos en salud, en su
mayoría médicos y enfermeras, en un esfuerzo conjunto entre el gobierno federal
y estatal.
Sin embargo, y pese a que estos recursos
fueron repartidos en todas las instituciones que conforman el sector salud del
Estado de México, las necesidades han obligado a implementar otras estrategias
para responder a la demanda en salud de la población.
Aunque se solicitó información a las
diversas dependencias de salud para conocer el déficit de médicos
especialistas, sólo algunas instituciones de salud otorgaron información.
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