· En el caso de la elección por la Diputación Federal en Xalapa
· El magistrado
electoral perdió su oportunidad de hacer historia
· Fallas en la
captura del cómputo final, boletas de más en cientos de casillas
Por Miguel Ángel Cristiani G.
El magistrado electoral Enrique Figueroa Ávila perdió su
oportunidad de hacer historia y no tuvo 'los tamaños" de completar el
trabajo para hacer justicia en el caso de la elección por la Diputación Federal
en Xalapa.
Este fin de semana el Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación, por medio de su Sala Regional con sede en Xalapa, resolvió el
juicio de inconformidad por la elección de la Diputación Federal y aunque le
reconoció más votos a Américo Zúñiga, aún no le reconocieron su victoria sobre
Morena. En pocas palabras: el magistrado Figueroa no se atrevió a hacer
historia.
La tenía... Era suya... Y la dejó ir... Así diría el
connotado comentarista deportivo Enrique Bermúdez de la Serna, si estuviera
narrando este episodio de la vida política de Xalapa y tuviera que referirse a
Figueroa.
La tenía, simplemente porque ante el cúmulo de
arbitrariedades cometidas en cientos de casillas el día de las votaciones, era
fácil para el magistrado ocupar dichas inconsistencias para hacer valer la
justicia electoral.
Era suya, porque le tocó ser el magistrado ponente en este
juicio de inconformidad que promovió Américo Zúñiga Martínez, dónde acusó
cualquier cantidad de barbaridades, excesos y flagrantes violaciones a la legalidad
y ética electoral.
Y la dejó ir, porque pudiendo pasar a la historia por
limpiar una de las más sucias jornadas electorales de la que se tenga memoria
en Xalapa, simplemente le tembló la mano y no se atrevió a limpiar
integralmente esta elección para la Diputación Federal en el distrito 10,
correspondiente a la capital del estado.
Fallas en la captura del cómputo final, integración ilegal
de funcionarios de casilla y boletas de más en cientos de casillas, fueron
señalados fehacientemente en el juicio de inconformidad y fueron ratificados en
los alegatos presentados por la parte actora.
Figueroa tenía un caso fácil de juzgar, ya que solamente
había que aplicar los mismos criterios que ha utilizado en otros distritos que
ha juzgado en estos mismos días. Pero tal parece que le habrían dado la orden
de no irse a fondo en el caso Xalapa.
Porque fíjense que el magistrado Figueroa, cuando calificó
otros distritos de la Tercera Circunscripción, no le dio frío anular casillas
y, en Xalapa, aunque presentaban la misma inconsistencia que las que anuló en
otros distritos, no se atrevió a usar la misma vara.
Eso hace que la versión que corrió acerca de que la Sala
Regional estaba copada y servía solamente a los intereses de Morena, cobra
cuerpo y se evidencia con la falta de talante, ética y compromiso con el buen
juicio mostrado por Figueroa.
Sin embargo, el magistrado Figueroa Ávila si aplicó la
corrección del cómputo en 8 casillas, solamente en 8 y no aplicó la misma
lógica en otras 12 casillas que tienen la misma equivocación. ¿Por qué no lo
hizo en las otras 12 que presentan el mismo error?, pues simple: porque si
corregían esas 12 habrían tenido que reconocer el triunfo de Américo y revertir
la constancia otorgada a Ana Miriam Farráez.
Tampoco aplicó ninguna medida en las casillas donde
aparecieron boletas de más o de menos, cuando es una falta sumamente grave y
atenta contra la legalidad electoral.
Pero enfoquemos solamente el tema de las correcciones
aritméticas por errores en la captura del cómputo final. Esta fue sin duda, una
de las causales más comentadas en el caso de la Diputación Federal en Xalapa, y
es que en el juicio acusan que el "error humano" deja de serlo cuando
se detecta que sistemáticamente aparece el mismo error, pero a favor de Morena
y sus aliados o en contra del PRI y sus coaligados, en al menos una veintena de
casillas, donde las constancias de recuento de votos tenían unas cifras y el
cómputo final arrojaba otro. Eso, aquí y en China, se llama dolo. Y actuaron
con dolo al violar la legalidad de la información contenida en las constancias
de recuento de votos.
Eso, ya fue... Ahora será la Sala Superior del TEPJF, en la
Ciudad de México, la que tendrá todo en sus manos. Ellos tendrán la oportunidad
de hacer historia en Xalapa y limpiar el resultado electoral.
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