Las autoridades electorales ‘ya están rebasadas’: analistas

 

Para los exconsejeros electorales, Pamela San Martín y Mauricio Merino, ni Claudia Sheinbaum ni Xóchitl Gálvez deberían ser candidatas, si se cumplieran de manera estricta la ley.

Tanto el Instituto Nacional Electoral (INE), como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), “están rebasados”, por lo cual existe el riesgo de que los comicios del 2 de junio desemboquen en un conflicto político-electoral, coincidieron analistas.

Los exconsejeros electorales Pamela San Martín y Mauricio Merino, en entrevista con el periodista René Delgado para su programa EntreDichos de El Financiero Bloomberg, coincidieron en que las autoridades electorales han sido “laxas” al permitir campañas anticipadas, la intervención cotidiana del presidente Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores, y el financiamiento indebido en los gastos de campaña.

Para ambos, si el TEPJF cumpliera de manera estricta la ley, ni la oficialista Claudia Sheinbaum ni la opositora Xóchitl Gálvez podrían ser candidatas a la Presidencia, porque el castigo por infringir las normas electorales es la imposibilidad de ser registradas, por lo que ahora las autoridades electorales están condenadas a hacerse “ojo de hormiga” o a crear “un conflicto político mayúsculo” en el país.

Asimismo, alertaron por la intervención de las bandas del crimen organizado en el proceso electoral a través de “plata o plomo”; es decir, no sólo mediante el financiamiento ilegal de campañas, sino además con el asesinato de candidatos a distintos cargos de elección popular.

“Las autoridades (electorales) ya están rebasadas (...). Cuando se destruyen las condiciones de la competencia, se destruye la credibilidad del resultado”, consideró Merino.

No obstante, para San Martín, un posible conflicto electoral dependerá de si se da un resultado cerrado entre las dos candidatas presidenciales, mientras que para Merino el conflicto ya es inminente, dada la polarización impulsada por el Presidente, quien apuesta no sólo a que su partido gane la Presidencia, sino la mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso y “muy difícilmente la va a obtener”.