El 13
de septiembre se conmemora la Batalla de Chapultepec, la cual
ocurrió en 1847 en el marco de la invasión estadounidense en México.
El pasaje más recordado de lo ocurrido el 13 de
septiembre de 1847 es lo que se conoce como la Gesta Heroica de los
Niños Héroes, en referencia a la defensa que seis cadetes del Colegio
Militar hicieron, negándose a rendirse ante el invasor y perdiendo la vida
en el intento.
Cada 13 de septiembre se recuerda la hazaña de Juan
Escutia, Agustín Melgar, Juan de la Barrera, Vicente Suárez, Francisco Márquez y Fernando
Montes de Oca.
Pero una de las historias poco conocidas o recordadas sobre
los Niños Héroes, ocurrió 100 años después de la batalla de Chapultepec.
En 1947 el presidente estadounidense Harry Truman visitó
México. Su visita causó polémica pues ocurrió exactamente un siglo después
de la invasión a nuestro país.
Miguel Alemán era el presidente de México, y le tocó
enfrentar un gran descontento por la visita de Truman, quien para tratar de
agradar colocó una ofrenda floral en el antiguo monumentos de los Niños Héroes.
Durante su discurso, Truman señaló que: “un siglo de
rencores se borra con un minuto de silencio”.
A los mexicanos no les gustó ni el discurso ni las flores
del estadounidense, a tal grado fue el descontento que durante la noche,
cadetes del Colegio Militar retiraron la ofrenda y la arrojaron a la embajada
de EU.
En ese contexto se dio un hallazgo un tanto inverosímil: al
pie del cerro de Chapultepec se encontraron seis cráneos que las autoridades
aseguraron que pertenecían a los seis niños héores.
Sobre este episodio, WikiMéxico recupera la siguiente
historia:
“La supuesta autenticidad fue apoyada por varios
historiadores y por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Nadie se
atrevió a contradecir la ‘verdad histórica’, avalada por el Presidente, con un
decreto donde declaró que aquellos restos pertenecían indudablemente a los
niños héroes.
“¿Quién podía cuestionar la autoridad histórica del
presidente de la República. Si la fundamentación era muy sólida? Seguramente en
septiembre de 1847, en medio de la batalla, algún profeta o un vidente se tomó
el tiempo para hallar, entre los 600 muertos que yacían regados por todos
lados, los cuerpos de los seis cadetes que cayeron en distintos sitios y los
sepultó juntos esperando que un siglo después fueran encontrados para gloria de
México”.
Fue este extraño hallazgo el que ensalzó la figura de los
Niños Héroes. “En 1952 se inauguró su nuevo monumento -conocido hoy como el
altar a la patria- y ahí fueron depositados los restos óseos de seis
desconocidos pues nunca se comprobó científica y documentalmente que
efectivamente eran los cadetes. Por lo que se verificó, flagrantemente, un
fraude óseo”.
Los hallazgos en torno a los Niños Héroes aún levanta
polémicas. Al respecto, WikiMéxico señala con acierto que
“su desmitificación supone la reconstrucción paulatina del hecho, de los
personajes y de sus circunstancias, a partir de todas las fuentes, sin sesgar,
ni excluir. Todos los defensores de Chapultepec, sin excepción, se ganaron su
derecho de piso en la historia nacional”.
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