El binomio Instituciones de Educación Superior-Industria, la
primera con la transferencia del conocimiento y la segunda con la adopción del
mismo, el reto de emplear tecnologías de próxima generación, como la
conectividad ubicua, el cómputo cuántico, la Inteligencia Artificial, la
biotecnología, y el crecimiento acelerado de la Química, entre otras, nos hacen
reflexionar de una acción colectiva para formar Ingenieros con un perfil de
egreso acorde a estas necesidades.
El punto de inflexión es un cambio emergente en los modelos
de los contenidos programáticos para preparar profesionistas que respondan con
su capital intelectual a estos retos, solo las instituciones que favorezcan a
este nuevo modelo prevalecerán en el campo de formación, satisfaciendo las
demandas del mercado de la Industria Tecnológica.
La posibilidad de crear un futuro alimentado, por el anhelo
de lograr una sociedad más humana y justa, en retos tecnológicos, con la
capacidad de respuesta para afrontar desafíos de salud en la sociedad,
beneficiando el ecosistema en el cual nos desarrollamos; la velocidad de
respuesta con la que actuemos será el reflejo de la aplicación del conocimiento
de nuestros profesionales, para mejorar el aparato productivo de nuestro
entorno local, Estatal y Nacional. Todo esto, por supuesto que el #TESE
tendrá que ser un referente para que podamos enfrentar exitosamente los retos
actuales y futuros que como lo hemos vivido inciertos para todos nosotros.
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