Existe una red compleja de corrupción donde interactúan funcionarios públicos actuales, ex funcionarios (algunos ya jubilados y otros convertidos ahora en “empresarios”) y contratistas y empresas privadas
En pleno inicio de la construcción del segundo piso de la
#4T a cargo de la Dra. Claudia Sheinbaum como presidenta de México, quedan
remanentes de personajes que se quedaron acostumbrados a trabajar con amaños y
malos manejos al interior de Pemex; funcionarios que heredaron sus puestos para
cumplir los caprichos de otros que se fueron jubilados, pero que de una u otra
manera siguen manejando los hilos para beneficiarse de la mal llamada “gallina
de los huevos de oro”.
En este contexto, existe una red compleja de corrupción
donde interactúan funcionarios públicos actuales, ex funcionarios (algunos ya
jubilados y otros convertidos ahora en “empresarios”) y contratistas y empresas
privadas que son el medio para la operación y obtención de ganancias a través de
contratos que les son adjudicados con Pemex.
¿No me cree? Esta red de corrupción moderna ha sido expuesta
a través de la carpeta de investigación de la Fiscalía General de Justicia
número CI-FIDDS/E/UI-3 C/D/01137/09-2024. Entre los funcionarios públicos
involucrados se encuentran: Alfredo Rayón Casiano (Coordinador GMIP APBJ),
Antonio Otero Yáñez (Encargado de sin equipo equipo en GMIP APBJ), Oscar Melo
Narcizo (Encargado de sin equipo GMIP APCP), y Luis de Jesús López (Gerente de
Coordinación Operativa SPRS), por delitos relacionados al cohecho, peculado,
desvío y uso indebido de recursos públicos, así como enriquecimiento ilícito,
soborno, daños y perjuicios de manera culposa al patrimonio público,
incumplimiento con las funciones, y atribuciones como servidores públicos.
Pero esta red de corrupción va un poco más allá en el tiempo
y se remonta a ex funcionarios públicos de administraciones anteriores panistas
y peñistas, tal es el caso de Gustavo Hernández García (director de Pemex
Exploración y Producción en los tiempos de Emilio Lozoya), célebre por sus
vínculos con empresas del “Paradise Papers” y sus favores a otros proveedores
de la petrolera, documentados en este espacio, y que hoy se hace pasar por el
“Inmaculado de la #4T”.
Pero también se encuentran Javier Hinojosa Puebla (también
exdirector de Pemex Exploración y Producción), Leonardo Aguilera (exsubdirector
de Exploración), Epitacio Solís Fuentes (ex gerente de Servicios de
Intervenciones a Pozos), y Juan José Falcón (ex coordinador de Servicios de Intervenciones
a Pozos, Zona Sur).
De acuerdo con la carpeta, y el diagrama que abajo le
presento, esta red de “servidores públicos” encontraron una inmejorable
mancuerna en Oscar Javier Santos Álvarez, dueño de la contratista OPP Servicios
Petroleros, S.A. de C.V. (RFC OSP120309EJA), empresa que ha sido adjudicada con
diversos contratos con Pemex por más de 3 mil 600 millones de pesos.
El modo de operar, detalla el documento, es a través de
estimación de operaciones simuladas, aumento de volumetría en estimación de
obra y servicios, favorecer a esta compañía en la distribución de carga de obra
y servicios sobre otras contratistas, ejecución financiera de los contratos de
forma acelerada. A esto le sumamos que se ejecutan servicios con maquinaria en
malas condiciones, faltos de mantenimiento e incumplimientos en materia de
Seguridad, Salud y Medio Ambiente, lo que ha conllevado a accidentes en las
instalaciones de Pemex, como el ocurrido en mayo de este año en el pozo Ixachi
10, donde las malas condiciones del equipo de esta contratista derivaron en un
descarrilamiento incontrolado de la maquinaria que estaban introduciendo al
pozo o el incendio ocurrido en abril del 2022 en el pozo Teotleco 204, también
por utilizar equipo chatarra.
Trascendió que recientemente Oscar Santos y compañía
decidieron ampliar los horizontes de su empresa OPP Servicios Petroleros y
pujaron para al final con la ayuda de los funcionarios públicos antes
mencionados resultar adjudicado de un contrato que nada tiene que ver con el
expertise de la empresa, el contrato 641003816, por 536 millones de pesos y
vigencia hasta el 2026, que es un contrato cuyo objeto es el taponamiento y
abandono de pozos petroleros y para el cuál OPP Servicios Petroleros
subcontratan a otra empresa “patito”, de la misma red de corrupción, llamada
REPSTIM, S.A. de C.V., de la cual es dueño Francisco Cazares Robles, quien
fuera Subgerente de Servicios a Pozos de PEP.
A la luz de los hechos, si cuando esta red de funcionarios
estuvo a cargo de la operación de Pemex no pudieron levantar la producción y
endeudaron a la petrolera, ¿cómo es posible que hoy puedan garantizar
resultados positivos?, o al menos mantener a Pemex como la recibieron a
principios de este mes. Imposible.
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