La asociación señala que esta problemática afecta a 22 municipios mexiquenses, principalmente del valle de México
Hasta el momento operan en el Estado de México alrededor
de 2 mil planteles educativos de educación básica que presentan problemas con
el abasto de agua potable, situación que resulta preocupante porque los
niños, niñas y jóvenes no deben prescindir del líquido por cuestiones de salud
e higiene.
Lo anterior lo informó Javier San Agustín Velasco,
presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia en la entidad, quien dijo
que el problema se agudiza más en 22 municipios mexiquenses, los
cuales se ubican principalmente en el valle de México, como Naucalpan,
Tlalnepantla, La Paz, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec y Atizapán de Zaragoza.
Sin embargo, indicó que el déficit del vital líquido también
se extiende a otros ayuntamientos mexiquenses: Ixtlahuaca, Zumpango, Ecatzingo,
Ixtapaluca, Almoloya de Juárez, Villa del Carbón, Jilotepec, Amatepec,
Tlatlaya, Donato Guerra, Malinalco, Xonacatlán, Ocuilan y Aculco, entre otros.
“Estamos hablando que son diversos municipios mexiquenses en
donde se presenta más el problema de la escasez de agua, con todos los riesgos
que esto puede traer consigo en la cuestión sanitaria y de higiene para los y
las alumnas”, externó.
El representante de la Unión de Padres de Familia en la entidad
aseveró que la problemática de escasez de agua en las escuelas es latente y afecta
de manera directa la permanencia de los alumnos en el aula de clase.
“Hay que hacer hincapié en que la falta de este recurso
natural ocasiona que actividades indispensables como el lavado de manos o la
limpieza de instalaciones sanitarias y del aula no sea el adecuado, propiciando
incluso enfermedades. Lo más preocupante es que nos aproximamos a la temporada
de calor y la situación podría agravarse”, advirtió.
Ante ello, subrayó que son los padres de familia los que han
tenido que aportar recursos económicos para pagar los servicios de
las pipas de agua, aunque en algunas ocasiones las autoridades
educativas o los municipios también los apoyan.
“En cada plantel nos organizamos los padres de familia para
abastecer a las escuelas que carecen del vital líquido, mediante el servicio de
pipas que tienen un costo promedio de mil 500 pesos. En ocasiones nos apoyan
los ayuntamientos, pero no siempre es así”, manifestó.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades educativas
para que redoblen los esfuerzos en este sentido, y en coordinación con los
padres de familia busquen y apliquen soluciones, porque no se está cumpliendo
al 100% con el objetivo de que la educación pública sea totalmente gratuita.
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