Creada en 1968 y con 211 empleados, Comesa está adscrita al sector de la Secretaría de Energía (Sener) y es proveedora de Pemex, especializada en estudios sísmicos, que apenas en 2021 inauguró el Centro Nacional de Procesamiento de Datos Geofísicos.
Sin embargo, la cancelación de su participación en el proyecto Ixachi de Pemex parece
haber precipitado la quiebra, escenario que el consejo de administración de la
empresa pidió contemplar desde el 8 de marzo de 2023.
Saúl Martínez Lira, juez segundo especializado en Concursos Mercantiles,
admitió el 19 de febrero a trámite la demanda presentada el 31 de enero
por Comesa para ser declarada directamente en quiebra.
José Antonio Echenique García fue designado como
visitador para dictaminar la situación financiera de la empresa, que una vez
declarada en quiebra, será puesta bajo control de un síndico para que liquide
sus activos.
Se trata de la primera paraestatal que acude al concurso mercantil en etapa de
quiebra.
Si bien Comesa ya tenía problemas financieros importantes desde el
sexenio pasado, sobre todo por juicios laborales y retrasos en pagos de Pemex,
en 2018 sus activos eran del doble que sus pasivos, y reportaba ganancias
netas.
Al cierre de 2022, Comesa tenía pasivos totales de mil 765 millones
de pesos. Sus activos, en tanto, tuvieron una reducción dramática, de 2 mil 357
millones de pesos en 2021, a mil 113 millones de pesos en diciembre de 2022.
Lo anterior, derivado de una caída de más de mil millones de pesos en el rubro
"derecho a recibir efectivo o equivalentes de efectivo".
Los ingresos, en tanto, cayeron de 398 a 262 millones de pesos en el mismo
periodo.
Comesa, que no recibía subsidios del Gobierno, perdió 656 millones de pesos en
2021, y mil 52 millones en 2022.
"Considerando los problemas que Comesa presenta al cierre del ejercicio
por la cancelación del proyecto Ixachi, así como de la falta de documentación e
integración de los saldos por cobrar y por pagar, de su margen de operación
negativo, se observa una incertidumbre material que puede generar dudas
importantes sobre la capacidad de Comesa para continuar como empresa en
funcionamiento", advirtió el auditor externo de la empresa en su reporte
de 2022.
Vincourt y Compañía, el despacho encargado de la auditoría, advirtió que Comesa había
perdido dos terceras partes de su capital social, lo que la Ley General de
Sociedades Mercantiles establece como causa de disolución.
Por lo pronto, al admitir la demanda, el juez Martínez Lira ordenó bloquear
cualquier acción de acreedores sobre bienes de Comesa.
Entre las deudas destacan sentencias laborales firmes que al cierre de 2022
obligaban a la empresa a pagar 50 millones de pesos, y que han resultado en el
embargo de algunas de sus cuentas.
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