Fayad presentó su plan de trabajo, por lo que fue votado y ratificado como embajador de Noruega.

 

Omar Fayad, exgobernador de Hidalgo, admitió frente a la comisión del Senado que no tiene ningún mérito para ser embajador, durante su comparecencia de este miércoles 6 de diciembre.

A pesar de su ‘sinceridad’, Fayad presentó su plan de trabajo, por lo que fue votado y ratificado como embajador de Noruega.

Las declaraciones del exmandatario de Hidalgo fueron parte de los cuestionamientos sobre si su perfil era ideal o no para ocupar el cargo diplomático.

Fue entonces cuando él mencionó: “La verdad, la verdad, yo no me considero que tenga ningún mérito para ser embajador”.

La senadora Cecilia Sánchez fue quien le cuestionó sobre cuál era su tipo de experiencia para ser diplomático.

Sánchez mencionó que para el presidente (López Obrador) estos nombramientos se han convertido en una “moneda de cambio”, haciendo referencia a presuntos pagos de favores.

“Es una constante enfrentarnos a propuestas de nombramientos del Ejecutivo que, en pocas palabras, se ha traducido a un pago de favores políticos”, agregó.

Omar Fayad inició su comparecencia agradeciendo al presidente Andrés Manuel López Obrador por considerarlo por este puesto, y negó que se deba a algún tipo de favor político.

AMLO defiende nombramiento de Fayad como embajador de Noruega

Hace unas semanas, en una de sus conferencias matutinas, López Obrador defendió la propuesta que realizó de nombrar al exgobernador de Hidalgo como embajador de Noruega.

“¿Cuál es el problema? Hasta ahora ningún miembro del Servicio Exterior Mexicano ha traicionado a México o ha hablado mal de México”, dijo en su ‘mañanera’.

Los comentarios surgen debido a que durante el actual sexenio han destacado los nombramientos como embajadores o cónsules a exgobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Entre los nombres que destacan están: Claudia Pavlovich, cónsul en Barcelona; Quirino Ordaz, embajador en España y Carlos Joaquín González, embajador en Canadá.

Ellos eran gobernadores de tres estados que antes eran bastiones del PRI y ahora los ganó Morena en elecciones.