Cambio de fiscal y ausencia de defensa legal del presunto feminicida fueron las razones para aplazarlo.
La tarde del pasado 3 de mayo se retomaría el juicio oral en
contra de Saúl Iram “N”, por el feminicidio de Monserrat Mejía
Rangel, en los juzgados de Chiconautla, sin embargo, se
aplazó la audiencia. Este aplazamiento es el tercero que se
da, desde marzo de este año, aunque en todo el proceso jurídico sumarían ocho.
Los argumentos han sido, en su mayoría, porque no se ha presentado la defensa
legal de Saúl Iram “N”, presunto feminicida. Sin embargo, en esta ocasión
también se dio porque hubo cambio de fiscal. Apolo Valdéz Cerezo, padre de
Monse, al salir de los Juzgados de Chiconautla, ubicado en las inmediaciones de
Ecatepec y Acolman, en el Estado de México, explicó a Once Noticias que
el Ministerio Público (MP) en litigación, a cargo de Jesús Arteaga, pidió apoyo
a otro MP, debido a la carga de trabajo, por lo que no puede darle seguimiento
puntual. Esa carga, les explicó a los padres de Monse, se debe a la
reposición del caso de un homicidio que ocurrió hace 10 años: “Solicitó
el apoyo de otro licenciado, para darle continuidad al caso de Monse”, dijo al
medio. Los padres de Monse se quejaron de que en la primera
comparecencia se desahogaron varias pruebas en la cual se quedaron con muchas
incógnitas y con cierta inconformidad, porque no permitieron que Mercedes,
madre de Monse, terminara de declarar.
“A los testigos antes de pasar nos pidieron abreviar las
declaraciones. Nos inquieta porque no nos permiten decir todo, sino lo que
ellos consideran importante. Aunque nuestra defensa legal y el MP dicen que es
buena la aportación de datos en esta primera comparecencia, que además se
postergó por dos ocasiones”.
El padre de Monse dijo que considera que el cambio también
vino a bien, contrario a lo que se pensaba, dado que el nuevo fiscal debe
estudiar el caso de su hija.
“No estábamos tampoco en condiciones porque con este cambio
[de fiscal], pues tiene que conocer el caso, las pruebas, hacer un análisis
profundo de los testigos, y eso en unos días eso no se da. La carpeta tiene más
de tres mil hojas, la abreviada es de mil. Conocer cómo se integraron los
datos, las pruebas de imágenes digitales, de la necropsia, todo está en la
carpeta”, explicó a Once Noticias.
Para la familia de Monse hay una esperanza, porque
el nuevo fiscal mandó a elaborar los citatorios de los testigos médicos, una
cuestión que el fiscal Arteaga no había solicitado.
“La finalidad es desahogar las pruebas de cargo y para que
no se postergue, se están preparando citatorios, para que se presenten. Eso no
se había hecho. Será difícil que la siguiente comparecencia se cancele. En caso
de que no se presente el abogado del acusado, el juez ya nombró al abogado de
oficio, para que no exista falla legal que permite a la defensa solicitar una
reposición del caso”, relató Apolo Valdez en una breve entrevista.
El martes pasado, Mercedes recibió una notificación del juez
civil, para la guardia custodia de su nieta, porque Saúl Iram “N” quiere
convivir con la niña, y ha levantado diversos amparos y quejas en contra de los
jueces que no se lo han permitido. Al respecto, la madre de Monse lamentó
la situación de su nieta, porque relató que ha presentado diversas expresiones
derivadas del evento traumático que vivió. Ha expresado temor de ser separada
de su abuela materna.
“El resultado de los psicólogos es que la niña no puede
convivir con su papá ni con sus familiares por el maltrato que vivió, está
consciente de lo que pasó y tiene miedo que se la vayan a llevar. Es lamentable
que todo este afecte también a la niña”, dijo Mercedes.
Apolo dijo que los estudios y evaluaciones que se le
practicaron a su nieta fueron realizados, en principio, por psicólogos
particulares, pero luego fueron realizados por parte del DIF de Tecámac. Los
resultados coinciden: su nieta fue víctima de maltrato. Será el próximo 17
de mayo que se lleve a cabo el desahogo de pruebas en las salas de estos
Juzgados de Chiconautla.
“Ojalá el juez nos entienda. Hablamos de un feminicidio. El
dolor que tenemos no es fácil”, concluyó Mercedes.
Monserrat Mejía Rangel tenía 27 años cuando murió a
causa de un golpe contundente en la cabeza. Tenía cinco meses de
embarazo. Saúl Iram “N”, quien era su esposo, presuntamente le
arrebató la vida. Los hechos ocurrieron en febrero de 2021, en el fraccionamiento
Bosques de San Javier, Ecatepec, Estado de México. Monserrat también era mamá
de Maya “N”, quien tenía cuatro años cuando padeció la pérdida de la figura
materna.
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