Este 20 de abril, en el Día Mundial de la Marihuana,
los activistas y defensores de derechos humanos vinculados con el consumo de la
planta coinciden en que no existe voluntad política para regular el
consumo.
Ello puesto que mientras que muchas iniciativas de ley han
pasado por el Congreso y el Senado en los últimos años y se les ha dado pronta
resolución, con la marihuana la situación es completamente distinta.
“Las conductas son claras: si quisieran legislar, desde 2018
podrían haberlo hecho con una mano en la cintura. (...) Tiempo han tenido,
opciones de dialogar, de revisar, de afinar, han tenido”, dijo este miércoles a
EFE Juan Francisco Torres Landa, fundador de la Sociedad Mexicana de
Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART).
Caso omiso a la Suprema Corte
La lucha por la legalización de la marihuana lleva más de un
lustro en México.
Uno de los primeros avances se dio en 2015, cuando Torres
Landa se convirtió en uno de los primeros cuatro mexicanos en obtener un
amparo de la Suprema Corte para cultivar y consumir marihuana con fines
lúdicos.
Posteriormente, y aunque con un sustancial retraso tras su
aprobación en el Congreso en 2017, se publicó en 2021 el reglamento
para la venta y distribución de marihuana medicinal en el país.
Pero desatendiendo los exhortos de la Suprema Corte hasta en
tres ocasiones, el Congreso mexicano ha fracasado en regular el cannabis
recreativo.
Ello pese a que el alto tribunal tumbó en un falló histórico
el 28 de junio de 2021 los artículos de la Ley General de Salud que prohibían
el consumo de marihuana recreativa.
Y el 2 de diciembre de 2021, el Supremo concedió un amparo
donde se declaró inconstitucional la prohibición de la siembra, cultivo y
cosecha del cáñamo “con fines distintos a los médicos y científicos”.
No obstante, el cannabis permanece en un confuso limbo
legal, puesto que sigue penalizado en el Código Penal y el Gobierno
todavía no ha otorgado permisos para el autoconsumo, según denuncian los
activistas y consumidores, que todavía pueden ser arrestados por llevar más de
cinco gramos de marihuana.
Una nueva iniciativa
Pepe Rivera, miembro del llamado Plantón 420 ubicado delante
del Senado en el centro de la capital mexicana, explicó que la iniciativa que
está frenada en la Cámara Alta desde hace más de un año no era adecuada, entre
otras cosas, por no haber contado con activistas y especialistas en el tema.
Tanto era así que las cantidades límite, una visión más
centrada en el negocio que en los consumidores o los estigmas perpetuados
convirtieron la iniciativa, promovida por el oficialista Ricardo Monreal, en un
texto muy alejado de muchos usuarios de cannabis.
Es por esto que desde el Plantón 420 presentaron el 2 de
febrero un paquete de iniciativas mucho más progresistas y “enfocadas en los
derechos humanos”.
“César Cravioto (senador del oficialismo) bajó y nos dijo
‘quiero hablar con ustedes’ y la primera junta se dio aquí en el plantón”,
explicó Rivera.
Y detalló que el paquete cuenta con la voz de 50
asociaciones civiles y, entre otras cosas, difiere en el número de plantas que
cualquier usuario puede tener, aumenta la cantidad en posesión, habla de
consumo responsable y es “en general una iniciativa con visión de derechos
humanos”.
El actual periodo legislativo termina el 30 de abril y no
esperan que la iniciativa logre llegar a ningún puerto en esta ocasión, pero sí
más adelante.
Los miembros del Plantón 420 -que desde hace dos años y casi
tres meses se establecieron delante del Senado y en otros puntos de la capital-
se muestran positivos con esta iniciativa.
Pero también reconocen que el panorama es complicado todavía
porque falta comprensión por parte de parte de la sociedad, los legisladores,
el Gobierno federal y el propio presidente Andrés Manuel López Obrador,
reticente a despenalizar la marihuana.
Lo mismo consideró Torres Landa: “Le dan vueltas y vueltas porque queda
claro que para el presidente no es prioritario. Aunque se dicen un
gobierno de izquierda son hiper conservadores y en materia de política de
drogas francamente no entienden nada de lo que está de por medio”, espetó.
Él, a diferencia de Rivera, se muestra negativo con la
situación a largo plazo para los usuarios de cannabis en México.
Pese a ello, este 20 de abril es, como cada año, un día de
celebración.
En la capital mexicana se instalarán cuatro escenarios en la
céntrica avenida Paseo de la Reforma donde habrá espectáculos musicales,
comedia, circo e incluso lucha libre.
Pero también será una jornada de protesta y una vía más para
tratar de llegar a la población no consumidora y continuar con la labor
educativa y divulgativa, una esperanza en medio del caos legislativo.
“La ciudadanía informada sería potente. Tenemos que entender
que nuestro papel es un rol activo, no pasivo, de presionar para que legisladores
y servidores públicos hagan las cosas por las que los contratamos”, indicó
Torres Landa.
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