La compra del voto ciudadano en los procesos electorales es
recurrente y está ligado al desinterés de la ciudadanía en la elección de sus
representantes ya que obedece a la falta de información de los aspirantes
y la inexistencia de propuestas claras, declaró Kristian Villaseñor Olvera,
sociólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Tras esto, explicó que desde el punto de vista de la
sociología existe un interés económico en la compra del voto el cual se da
en tres etapas.
La primera: Se da al inicio de las elecciones cuando
los candidatos están tratando de posicionar su publicidad en las
casas y ofrecen dinero a cambio de permitir poner la lona o por quitar la
del candidato opositor.
La segunda: Ocurre en eventos masivos, en el acarreo de
gente como los cierres de campaña donde los partidos hacen uso de los
recursos que no están justificados ante el Instituto nacional Electoral (INE).
Donde se gasta en el apoyo por acudir, en el transporte y en los lonches entre
otras cosas.
La tercera: Sucede el día de la elección, donde
existe un representante de los partidos políticos en las colonias y en las
secciones o distritos electorales. Es ahí cuando los institutos políticos
destinan recursos económicos para que a través de estos enlaces se realice la
compra del voto, donde realmente quien pierde es la democracia.
Villaseñor Olvera mencionó que dicho fenómeno sucede
cuando el ciudadano no tiene el conocimiento de quien es su candidato o
porque que tal vez no milita en ningún partido y por lo tanto no está
interesado en la política. Aunado a que la información de los candidatos no
fluye y sus propuestas son dadas a conocer “por encimita”.
El especialista aseguró que existe demasiada gente con
un total desapego ciudadano, quienes no tienen claro el día de la elección por
quien votar. Agregó que si además alguien se acerca y le ofrece un apoyo
económico por emitir su voto contra cierto candidato, acepta el dinero.
Finalmente, refirió que el regalo de artículos llamados
“utilitarios”, como bolsas para mandado, gorras, sombrillas y playeras entre
otros con la imagen del candidato, no están fuera de ley. Explicó que son
gastos permitidos dentro de un presupuesto asignado por el INE que los
candidatos y partidos están obligados justificar no significan que sea compra
de voto.
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