Al ser un municipio activo económicamente, el crimen organizado ha visto en él potencial delictivo
Considerado como un polo de atracción para el turismo nacional e internacional, el pueblo mágico de Valle de Bravo es una de las puertas del sur mexiquense, donde distintas actividades económicas y políticas serían controladas por el crimen organizado.
De acuerdo con reportes de inteligencia del gobierno federal, desde la década anterior los grupos delictivos locales del sur del Estado de México comenzaron a percibir la llegada de los cárteles de otras entidades, lo cual generó una disputa que ahora se define en un mayor dominio de la Familia Michoacana, alternado con incursiones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Valle de Bravo no escapa a esta realidad. Por el contrario, es una zona que por su potencial económico es atractiva para la comisión de distintos ilícitos vinculados al narcotráfico como la extorsión.
El documento denominado “Información Socioeconómica Básica Regional del Estado de México” indicaba que en la segunda mitad de la actual década ya había 2 mil 706 unidades económicas en este municipio.
Tal problemática también contrasta con la importancia política de Valle de Bravo, pues aquí se ubica una de las sedes alternas de la Casa de Gobierno del Estado de México, donde suele despachar el gobernador Alfredo del Mazo Maza.
También tienen residencias en la zona de Avándaro empresarios como Emilio Azcárraga Jean, Michel Domit, Alejandro Martí, así como los artistas Cristian Castro y Eugenio Derbez, entre otros.
Aquí los turistas o residentes pueden percibir la magia de Valle de Bravo en el turismo de aventura, el vuelo en parapente o la navegación en la laguna de este municipio. Magia que no llega al otro rostro de este municipio, donde priva la cifra negra de los indicadores delictivos.
Y es que de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), entre el primero de enero y el 20 de mayo de 2020 se habían iniciado en Valle de Bravo nueve carpetas de investigación por el delito de extorsión.
Este municipio es el de mayor incidencia en este delito, dentro de la región nueve de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, conformada además de Valle de Bravo por Zacazonapan, Otzoloapan, Santo Tomás de los Plátanos, Amanalco, Donato Guerra, Villa de Allende, Villa Victoria e Ixtapan del Oro.
En el delito de extorsión le siguen al pueblo mágico, Amanalco con cuatro y Donato Guerra con tres denuncias.
Con respecto al narcotráfico, en este año solo se han registrado dos denuncias formales, una en Amanalco y otra en Zacazonapan.
Sin embargo, de acuerdo con reportes de corporaciones de seguridad federal esta región se ha consolidado como un paso de estupefacientes hacia la Ciudad de México y la capital mexiquense, así como de venta al menudeo. Además de los delitos relacionados con estas actividades ilícitas.
Operación
La reciente detención de un líder transportista en Valle de Bravo puso al descubierto una presunta red de extorsión que afectaría a distintos sectores económicos de este municipio.
El 2 de junio la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó de la detención de un Juan Luis “N”, quien es identificado por la población como líder del Sindicato Libertad de Trabajadores del Transporte en este municipio.
Fue acusado de extorsión. Y de acuerdo con la Fiscalía el producto de las presuntas extorsiones supuestamente las entregaba al grupo denominado la Familia Michoacana.
Este personaje tenía un perfil social. Tras su aseguramiento se han difundido en redes sociales fotografías, donde aparece junto al alcalde priista de Valle de Bravo, Mauricio Osorio Domínguez.
Además, integrantes de su sindicato se han manifestado para exigir su liberación.
De acuerdo con información de la Fiscalía esta persona, mediante el Sindicato Libertad, habría sido eslabón de esta extorsión a operadores de taxis y transporte de carga.
Su detención derivó de denuncias donde también se revela que la extorsión se extendería a los expendios de pollo y al ramo de la construcción, lo cual ocurriría principalmente en tres zonas de Valle de Bravo: Villa de Colorines, Avándaro y la cabecera municipal.
Habitantes de este municipio indican que dicho sindicato habría comenzado con el control de los camiones de carga pesada que transportaban arena para el sector de la construcción, después se habría extendido a las minas del Río y la de Zacazonapan, donde cargan los camiones para surtir de arena a la zona.
De acuerdo con información recabada entre vecinos y cuerpos de seguridad municipales, la cuota por pertenecer a dicho sindicato, con lo cual los transportistas de carga garantizarían su seguridad y la libertad de trabajo, ascendería a mil pesos por semana. El padrón del sindicato sería de aproximadamente 3 mil transportistas de carga pesada.
Después este sindicato habría ampliado sus operaciones hacia los operadores del servicio de transporte público, pues a los mismos reportes indican que los taxis tendrían una cuota semanal de hasta 100 pesos.
Al interior de dicho sindicato se indica que estas cuotas cubren un robo o pérdida del vehículo, pues de ocurrir podrían apoyar al afectado con la mitad del dinero para adquirir otra unidad.
Una última actividad que se habría intentado controlar mediante esta red fue el sector turístico, principalmente con la presunta extorsión a negocios de parapente, restaurantes y hoteleros, sin embargo, los mismos reportes indican que fue incipiente.
La operación de este sindicato originó distintas denuncias en redes sociales, algunas dirigidas al gobernador Alfredo del Mazo.
Los reportes policíacos de otros municipios también indican que esta sería sólo una de las ramificaciones de esta red de extorsión que estaría presente en municipios como Zacazonapan, Otzoloapan, Santo Tomás de los Plátanos, Amanalco, Donato Guerra, Villa de Allende, Villa Victoria e Ixtapan del Oro.
"En Valle de Bravo se vive lo que padecen municipios como Donato Guerra, Zacazonapan, Amatepec, Tlatlaya, Ixtapan de La Sal, Temascaltepec, entre otros, pues todos ellos son dominados por un solo grupo de delincuencia organizada", relató un exmando de la policía estatal, quien pidió la reserva de su nombre.
El exjefe policiaco refirió que el control de este grupo delictivo, proveniente de Michoacán, se extendería a los gobiernos municipales de esta región a quienes también presionarían para tener espacios en la administración pública.
Coindice en que la red de negocios es amplia, pues en esta zona pueden controlar la distribución y venta de alimentos y bebidas alcohólicas, además de actividades como tala clandestina y la operación de aserradores.
El exmando policiaco indicó que la forma de operar consistiría en obligar a los comerciantes a comprar a un mismo proveedor. Lo mismos ocurriría con los materiales de construcción.
"Ante esta situación, el único municipio que ha levantado la voz ha sido Valle de Bravo y ello radica en que en este lugar habitan personalidades importantes en el ámbito político, empresarial y artístico", señaló la citada fuente.
Reportes de inteligencia del gobierno federal coinciden en que la detención del citado líder transportista derivaría de distintas denuncias de extorsión, además de que tendría vínculos con el crimen organizado.
La epidemia delictiva que no cesa
A finales de 2012, los vecinos de Valle de Bravo recuerdan una ola de secuestros y extorsiones que advirtió de un brote delictivo.
Años después dicha actividad ilícita habría sido controlada cuando se aumentaron al gobierno municipal recursos del subsidio federal para la seguridad en los municipios.
Por crimen, agentes temen salir a trabajar en Celaya
Y producto de distintas iniciativas a la fecha en la zona de Valle de Bravo hay constante presencia de la Secretaría de la Marina, combinada con la Guardia Nacional, además de realizarse operativos permanentes con la policía estatal y municipal.
Sin embargo, las extorsiones siguen.
“El tema de la extorsión que se da mucho, mucho por teléfono, desde la mayoría de los penales, y digamos que el 20% se da en vivo, que son las extorsiones que desafortunadamente salieron a la luz ahorita con la detención de este sujeto (el líder de taxistas)”, indicó el comisario de la policía municipal de Valle de Bravo, Onésimo Romero Ríos.
Entre la ciudadanía dividen opiniones, pues un sector se atreve a denunciar que sí existen las extorsiones y otros lo niegan, sin embargo, se coincide en que esto genera nerviosismo y afectaría al turismo, pues también es perceptible la comisión de otros ilícitos.
“En la percepción generalizada es constante el robo a comercios, el robo a peatones y el robo a casas habitación, estos se han incrementado en los últimos dos o tres años de manera impresionante, y al menos en este año es más evidente el robo de llantas de autos de gente de la zona residencial de Avándaro” comentó Noé Rocha, vecino de Valle de Bravo.
Esta percepción también es compartida por la Comisaría Municipal de Valle de Bravo, quién confirmó que los delitos más recurrentes por los que la ciudadanía se acercaba a esta dependencia municipal eran el robo de vehículos y llantas, lo cual se ha logrado controlar, aunque persiste.
“Ahora el robo de llantas a vehículos de lujo también se vino, se han implementado operativos, pero no se ha logrado detener a los sujetos, lo que sí, se ha logrado inhibir el delito” explicó el comisario de policía.
Sin embargo, la comisaría aseguró que hay operativos las 24 horas del día para inhibir los delitos en Valle de Bravo, combatiendo directamente a los cometidos en la vía pública, por lo cual esperan bajar la percepción de inseguridad.
Con respecto a los temas de extorsión, tras la detención de Juan Luis “N”, las autoridades locales consideran que ahora deben denunciarse a los líderes de las bases de transportistas que estén involucrados en presuntos ilícitos, así como cerrar los expendios de pollo que serían controlados por esta red.
“Nosotros estamos abiertos al diálogo con la gente y asesorarlos para cualquier situación de inseguridad que ellos perciben”, ofreció el comisario Romero Ríos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario