Militantes están molestos con
Alejandro Moreno; renuncian cuadros valiosos: Clara Luz Flores y Adrián
Rubalcava
Alfredo
González Castro / A fuego lento / Heraldo de México /
del PRI es permanente. Un día sí y
el otro también, conocemos casos de priistas que dejan las filas del
partido por la falta de liderazgo y abandono de su dirigencia.
El 10 de febrero, la alcaldesa de Escobedo, Nuevo
León, Clara Luz Flores, renunció al partido después de una
militancia de 22 años.
Pero la cosa no para. Me adelantan que, en los
próximos días, el alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava,
presentará su renuncia al Revolucionario Institucional.
Se trata de una baja muy sensible, porque era la
única plaza que le quedaba al partido en la capital. De hecho, Rubalcava se
había convertido en el último de los mohicanos, porque hizo la
hazaña de ganar la elección en el 2018, cuando su partido se redujo a cenizas
en todo el país.Esta semana conoceremos las razones de su renuncia. Pero no hay
que buscarle mucho: el partido está en el abandono.
En la capital, por ejemplo, “lo controla” un
puñado de priistas encabezados por Cuauhtémoc Gutiérrez, líder
de pepenadores de la CDMX. Este político, acusado de todo, es dueño
de las migajas del PRI. Incluso, Israel Betanzos, uno
de sus brazos operadores, será electo líder capitalino el 23 de febrero.
Esto quiere decir que el dirigente nacional del
PRI, Alejandro Moreno Alito o “Amlito”, no
pudo quitar el control del tricolor en la CDMX, o no quiso, a las huestes de
Gutiérrez.
Pero esto que pasa en la ciudad y la renuncia de
Clara Luz, son muestras del descontento en el PRI.
En enero, los integrantes del llamado Foro
Permanente de Legisladores, constituido por ex diputados federales,
convocaron a su líder nacional a un encuentro que celebrarían el día 28 de ese
mes. Moreno les confirmó su participación; sin embargo, un día antes les
canceló.
Eso les hizo pensar que los intereses de su “líder” están
en otro lado, y provocó molestia a un grupo de priistas con “experiencia” que
estaban dispuestos a ayudar para frenar la caída del partido.
Pero eso no es todo. Me dicen que la secretaria
general del CEN, Carolina Veggiano, y Alito están peleados. Si
mantienen una “buena relación públicamente” es sólo para guardar las apariencias.
Sus grupos están peleados a “muerte”.
Así es como el tricolor va que vuela rumbo
a la extinción, con un líder más ocupado por su carrera política que
en intereses de los priistas y su militancia. Y si no creen, que pregunten a
los gobernadores, quienes ya dan por hecho que no tienen dirigente.
Cada quien ve para su santo.
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