El boom petrolero de Canadá está generando una revolución en los flujos globales del petróleo. EEUU está a punto de lograr una suerte de independencia energética 'americana' (cubrir toda la demanda solo con crudo de América o incluso Norteamérica -Canadá, EEUU y México-), es decir, que solo con el crudo que produce el propio EEUU y el que importa de Canadá y México cubre casi toda su demanda, algo totalmente inaudito (históricamente EEUU había dependido del crudo de Arabia Saudí, Irak…), pero posible gracias a la vasta red de oleoductos y ferrocarriles de Norteamérica y a la elevada producción de crudo en esta región. Dentro de este movimiento destaca el petróleo de Canadá, que está llegando a todos los rincones de EEUU y compone ya más del 60% de todas las importaciones de crudo de EEUU, una cifra récord, según los registros de la Agencia de la Información de la Energía del país (EIA por sus siglas en inglés).
Canadá, cuya industria petrolera opera en función de los
incentivos del mercado (rentabilidad), ha tenido que luchar durante años con un
enemigo: su geografía. Los grandes campos de producción de Canadá se
encuentran muy lejos del mar y de las grandes refinerías de América, por lo que
necesitaba una infraestructura potente para comerciar ese petróleo. Con la
mejora del transporte a través de oleoductos, la industria está produciendo en
la actualidad cerca de cinco millones de barriles de petróleo diario, una
cantidad récord y que supera en dos millones de barriles diarios los niveles de
hace diez años.
Además, desde el pasado mes de mayo, el petróleo
'arenoso' y 'barato' de Canadá está comenzando a fluir a raudales por el
oleoducto Trans Mountain, una espectacular obra de ingeniería que después de
años de retrasos, sobrecostes y problemas está empezando a dar sus frutos. Este
oleoducto 'mata dos pájaros de un tiro'. Por un lado, ofrece a EEUU petróleo
barato para su consumo interno. Por otro, Canadá exporta de una forma sencilla
y barata su excedente de producción.
Con todo, "las importaciones de petróleo crudo de
Canadá han adquirido cada vez mayor importancia para las refinerías de petróleo
de Estados Unidos y ahora representan la mayor parte de las importaciones de
ese país. La capacidad de refino de petróleo de Estados Unidos se situó en 18,4
millones de barriles por día (b/d) al 1 de enero de 2024. En 2023, el 60% de
las importaciones de petróleo crudo de Estados Unidos se originaron en Canadá,
frente al 33% en 2013", comentan desde la EIA.
Pero como en todas las historias, suele haber un perdedor.
En este caso, el damnificado es el petróleo de Irak y de Arabia Saudí, que
durante años llegaron en grandes cantidades a las costas de EEUU y que ahora
están en horas bajas: el petróleo de Canadá está expulsando al crudo de la
OPEP, sobre todo al de Oriente Medio, en EEUU.
"A medida que la producción de petróleo crudo ha
aumentado en Canadá, también lo han hecho las exportaciones a Estados Unidos.
Las importaciones de Canadá a Estados Unidos crecieron un promedio del 4% cada
año entre 2013 y 2023. Las exportaciones de petróleo crudo de Canadá a Estados
Unidos suponen ya el 24% de todo el procesamiento de las refinerías
estadounidenses", señala la nota de la EIA. Un 24% es una proporción
notable si se tiene en cuenta que EEUU es ya de por sí el mayor productor de
petróleo del mundo, por lo que buena parte del crudo que refina es petróleo
nacional.
Canadá produce mucho, pero refina poco
La producción de petróleo crudo promedió 4,6 millones de b/d
en Canadá durante 2023, casi tres veces la capacidad de refinación del país de
1,7 millones de b/d. Muchas refinerías estadounidenses están diseñadas para
procesar petróleos pesados como los que se producen en las arenas petrolíferas
de Canadá, lo que produce productos refinados como combustibles para el
transporte (gasolina y diésel), productos químicos y plásticos.
La proximidad geográfica permite que los oleoductos de
Canadá transporten petróleo crudo desde las provincias occidentales, principalmente
desde Alberta, la gran región de producción de crudo, hasta las refinerías
de los Estados Unidos. Las regiones del interior de los Estados Unidos, en
particular el Medio Oeste y las Montañas Rocosas, están estrechamente
conectadas con los mercados petroleros de Canadá a través de redes de
oleoductos y ferrocarriles. Existe capacidad adicional para envíos a la Costa
del Golfo.
La capacidad de los oleoductos para transportar las
exportaciones de petróleo crudo de Canadá ha aumentado en los últimos años. En
2020, la capacidad del oleoducto 'Express' se amplió de 287.000 barriles
diarios a 310.000 barriles diarios, lo que permite a los productores aumentar
las exportaciones de arenas petrolíferas desde el oeste de Canadá hasta las
refinerías de la región de las Montañas Rocosas de Estados Unidos.
El oleoducto TMX
Pero el cambio más importante se produjo en mayo de 2024,
cuando entró en funcionamiento el Proyecto de Expansión Trans Mountain (TMX),
que casi triplicó la capacidad del oleoducto hacia la
costa del Pacífico de Canadá hasta los 890.000 barriles diarios. El
proyecto de expansión tiene como objetivo aumentar el acceso de los productores
de petróleo crudo de Canadá a los mercados globales, aliviando cuellos de
botella e impulsando una mayor producción de petróleo en Canadá.
Con este oleoducto funcionando ahora a medio gas se calcula
que el peso del petróleo canadiense podría incluso haber aumentado respecto a
los datos publicados por la EIA. Se prevé ahora que el crudo de Canadá marque
récord tras récord de exportación a EEUU a medida que el Trans Mountain
vaya cogiendo ritmo y acercándose poco a poco a su máxima capacidad.
¿Por qué EEUU compra tanto crudo a Canadá? Este petróleo
cotiza con descuento respecto al de EEUU. El crudo de Canadá es más barato,
precisamente, por la dificultad histórica para transportarlo desde el punto de producción
hasta el de consumo y porque su calidad es algo inferior (es
un petróleo producido a partir de 'arenas bituminosas'). Esta desventaja
debería ir desapareciendo poco a poco a medida que el TMX amplía su capacidad,
pero mientras tanto, las refinerías de EEUU seguirán poniéndose las botas con
el petróleo barato de su vecino.