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domingo, 12 de noviembre de 2017

El Tapado como una categoría que alude a la forma de gobernar del PRI




Cuando el revolucionario institucional era un partido único que asumía el poder gubernamental.

Se centra en la manera en que un candidato asume el cargo presidencial. Es un mecanismo de dos etapas que Daniel Cosío Villegas expone de la siguiente manera:
“dos etapas, una oculta y la otra pública. Esta segunda se inicia con la proclamación del candidato del PRI, y concluye cuando éste, ya elegido, se arrellana en el sillón en el sillón presidencial. No se sabe siquiera cuándo comienza la primera etapa, que se ha llamado, pintoresca y acertadamente, el Tapado, porque de verdad se desenvuelve dentro del más completo misterio”[1]
Esta práctica era llevada a cabo como medida precautoria por parte del partido en el poder, tal y como lo expresa Vicente Leñero[2], quien menciona que Ruiz Cortines, expresidente de México y miembro del PRI, no permitió que un miembro de su partido se enfrentara contra partidos ocasionales de oposición. Por tanto, dice:
“A partir de 1957, la lucha por la sucesión empezó a desarrollarse en forma oculta entre un grupo de aspirantes a la sucesión, todos los cuales salen del círculo mágico y a quienes el Presidente pone a pelear entre sí y usa uno a uno como carnada para que los devoren los lobos hambrientos. El sobreviviente de esta lucha sorda y tapada será finalmente el sucesor.”[3]

Si bien Cosío Villegas empezó por estudiar la sucesión presidencial de Ruiz Cortines a López Mateos, también realiza lo propio con la sucesión de Cárdenas a Ávila Camacho[4] y de éste a Miguel Alemán Valdés. Así lo apunta Raúl Trejo y añade:
“Una primera característica en este largo proceso consiste en el hecho de que al principio todos los colaboradores del gabinete presidencial son los tapados. Posteriormente, al acercarse el fin del sexenio y en las proximidades de las elecciones, dos o tres son los que renuncian para trabajar en su precandidatura.”[5]
El año en que Cosío Villegas expone su idea de El Tapado es 1975. Pero parece indicar que él no se adjudica la autoría de dicha categoría. Para muestra de ello apuntaremos dos cosas. Primero, recordemos sus palabras antes citadas: No se sabe siquiera cuándo comienza la primera etapa, que se ha llamado, pintoresca y acertadamente, el Tapado. Eso supone que, originalmente, alguien o algunos han llamado así a esa etapa, él no. Y segundo, en la sucesión presidencial de 1957, Abel Quezada, cartonista, pintor y escritor, realizó un dibujo de una persona vestida de traje, cubierta con el rostro por un manta blanca y un par de hoyuelos en ella por donde se asomaban dos círculos negros, y que sostenía un cigarro humeante en la mano derecha. Dicho dibujo servía como publicidad de los cigarros Elegantes, cuyo slogan era El tapado fuma elegantes[6]. Sin embargo, El Tapado de ese momento, López Mateos, señalan algunos, fumaba cigarros Delicados[7].

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