Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco desde 1987, Xochimilco significa en náhuatl ‘en la tierra sembrada de flores’. Sin embargo, esta emblemática zona turística de la Ciudad de México vive hoy una crisis económica y social, luego del sismo del pasado 19 de septiembre.
Así lo refiere Juan Carlos Altamirano Salazar, uno de los propietarios de trajineras en el Embarcadero de Nativitas. “El sismo afectó en nuestros ingresos en más del 70 por ciento. Había compañeros que por tres semanas no lograron realizar ni un viaje en trajinera. La recuperación va bien pero a marchas forzadas, pues pensábamos que se alargaría”, asegura.
Aún falta mucho por hacer –afirma-, “los medios de comunicación y las redes sociales han sido fundamentales para promocionar el turismo en esta zona, que se vio muy afectada en las construcciones de la parte alta de Xochimilco; en la turística nos golpeó económicamente”, dice.
En la zona existen nueve embarcaderos turísticos (Belén, Belén de las Flores, Salitre, Caltongo, Zacapa, Las Flores, Nuevo Nativitas, Cuemanco y San Cristóbal) y uno ecológico (Puente de Urrutia). Pero la actividad turística no sólo son los viajes en trajinera, hay una gran variedad de comercio, desde la venta de artesanías y comida, hasta la venta de flores y hortalizas.
“Yo laboro en el embarcadero Nuevo Nativitas, el de más afluencia”, afirma Juan Carlos Altamirano, quien sostiene que pertenece a una familia con tres generaciones dedicadas al negocio del turismo. “Xochimilco para mí significa grandeza. Todo lo que poseo se lo debo a estos canales”, subraya.
Se incomoda cuando se le pregunta si han recibido apoyo o algún incentivo de las autoridades delegacionales o de la Ciudad de México. “No me gusta politizar lo referente a mi trabajo. Cada quien ha logrado mantener su negocio por su propio esfuerzo y entrega, casi sin la influencia o participación de la delegación”, explica.
El médico cirujano de profesión reconoce que al principio no le atrajo el negocio familiar, en el que ya lleva 14 años, aunque poco a poco le fue agarrando cariño, “cuando me di cuenta ya estaba muy adentro”, confiesa.
Los comerciantes, vendedores, músicos y propietarios de trajineras ya han echado mano de la tecnología para ofrecer sus servicios en la zona. “Inició como una puntada hacer una página en Facebook desde 2009, y tuvo algo de presencia", cuenta Juan Carlos.
Actualmente –comenta- estamos trabajando en una página de internet, en donde se publican los principales servicios que ofrecemos, incluidos descuentos y promociones.
El panorama aún es apremiante para todos los involucrados en el negocio turístico de la demarcación. Luego del sismo, algunas de organizaciones locales dieron mantenimiento en las explanadas principales de los embarcaderos y en los canales por la ausencia de turistas nacionales y extranjeros.
“Espero ver a Xochimilco vivo nuevamente”, finaliza Juan Carlos Altamirano.
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