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martes, 3 de octubre de 2017

Llevan telefonía e internet comunitario en México

En Oaxaca e Iztapalapa respectivamente, estas organizaciones instalan la infraestructura para red celular y WiFi que se convierte en un bien que la comunidad opera, con la intención de tener una sociedad conectada y más informada.
En México, según el Banco Mundial, existen 65.1 millones de personas que no tienen acceso a internet y a las redes celulares en pleno siglo XXI.


Cuando se habla de comunidades marginadas y de zonas sin cobertura de red celular e internet se piensa que se trata de zonas rurales, pero incluso en la Ciudad de México existen personas que viven en lugares donde la señal es escasa o nula.

Por eso, hay dos empresas que desarrollaron proyectos que buscan que dichas personas puedan tener acceso a las redes celulares y al WiFi, con la intención de mantener comunidades más informadas y conectadas en caso de emergencias.
CONECTAR A LA SIERRA DE OAXACA

Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias es una asociación civil conformada por comunidades indígenas y rurales de México y por un equipo técnico que apoya a personas y comunidades que buscan construir, gestionar y operar sus propias redes de comunicación celular.

“Trabajamos con comunidades rurales en el sur del país para hacer una 'co-labor', esto significa que la comunidad hace una inversión con funciones de gestión y administración de la red y nosotros ponemos la experiencia en mantenimiento y crecimiento, para que existan redes de telecomunicaciones donde no hay red”, dijo a El Financiero Peter Bloom, fundador de la organización.

La firma tiene una concesión del Ifetel para operar en Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Chiapas. Actualmente el servicio opera en 20 comunidades de Oaxaca distribuidas entre la Sierra Norte y en la Mixteca Alta, en las cuales tiene 3 mil usuarios de la red de telefonía celular (beneficiarios directos) quienes al año hacen un millón 756 mil 142 llamadas según cifras de la organización.

“Instalamos infraestructura, puede ser muy mínima o pueden ser obras muy grandes dependiendo de la comunidad y las necesidades de cobertura. Podemos pensar en alguna antena dependiendo de la altura y colocamos equipos de telecomunicaciones que permiten la comunicación entre celulares y una estación base”, dijo.

Peter Bloom explicó que la señal se convierte en un bien de la comunidad que ellos mismos deben aprender a administrar y no es propiedad de ninguna compañía. Indicó que para entrar a una comunidad primero se requiere que haya un consenso entre los habitantes del lugar para que estén de acuerdo, y no únicamente llegan con su tecnología a instalarse.

“La señal llega a estos pueblos, algunos son muy pequeños, unos de 200 personas otros de 5 mil, y el valor agregado es que son zonas en las que, por ejemplo, se derrumban los cerros por las lluvias, y eso les permite estar en contacto con la gente de fuera si necesitan algo, también son lugares con altas tasas de migración a Estados Unidos o incluso la Ciudad de México, y eso les ayuda a coordinarse para enviar dinero o simplemente estar conectados”, indicó Bloom.

“Dentro de la misma comunidad hay beneficios, ha fomentado la economía local, como pedir un servicio de mototaxis a domicilio, pedir comida, cosas que en la ciudad estamos muy acostumbrados pero que en esas zonas no se podía hacer cotidianamente. Poder conectarse cuando se necesita”, agregó.
PARA ZONAS URBANAS SIN CONEXIÓN


Este proyecto se lleva a cabo por la empresa canadiense Mowistat, dedicada a la comercialización de productos para el acceso a internet satelital. La firma eligió Iztapalapa ya que es una de las zonas con más alto nivel de marginación de la capital.

La implementación del programa se llevará a cabo a partir del 15 de septiembre con la instalación de antenas en lugares como tiendas de abarrotes y establecimientos llamados HotSpot. Una vez instalada la antena ofrecerá internet WiFi gratuito durante el primer mes, para beneficiar a un total de mil 50 personas en la comunidad.

Después del primer mes, habrá diferentes modalidades para facilitar el acceso costeable al internet, una de ellas son los grupo solidarios, en los que se reunirán a miembros de hasta 10 familias para pagar en conjunto por el acceso.

“Es una antena más o menos del tamaño de las de Dish y esas empresas, no tiene más de 60 centímetros de diámetro, y se conecta a un modem que hace la conversión de la señal del satélite, no requiere instalaciones costosas”, dijo a El Financiero Eder Pérez, manager del proyecto.

“Estamos esperando impactar a alrededor de mil 50 personas. Tenemos la capacidad en ser flexibles en la forma en que les vamos a cobrar el internet, para eso hicimos la modalidad ‘Grupos solidarios’ que consiste en armar grupos de hasta 10 familias para que compartan plan, si uno no paga los demás absorben la deuda, a la tercera se le saca del grupo y se busca otro integrante”, explicó.

Mowistat también lanzará el proyecto de Bibliotecas digitales en los que habrá talleres y cursos para fomentar el desarrollo de las posibilidades que ofrece estar conectado, más allá del entretenimiento.

“Creemos que una sociedad conectada es una sociedad más informada. Si hay personas que ayuden a promover este servicio y el acceso a biblioteca digital recibirán beneficios como bajarles el precio del internet”, dijo Pérez.

“Tampoco queremos solo usuarios que vean videos y suban fotos a Facebook, nuestra intención es que entren a la biblioteca digital y empoderarlos de diferentes formas, que vean el internet como herramienta de acceso a la información universal y como esta forma de desarrollar habilidades y hasta generar empleo”, dijo.

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