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martes, 10 de enero de 2017

El 'drama' de Televisa: Acompáñenme a ver esta triste historia


El rey de las telenovelas sufre un drama real tras bambalinas, golpeado por una caída en los ratings, los ingresos y escándalos internos. La firma cerró 2016 cancelando lucrativos contratos, finalizando programas, y eliminando puestos de trabajo.


Los tórridos romances y traiciones de las telenovelas del horario estelar de Grupo Televisa no dicen nada del drama de la vida real que se vive tras bambalinas.

Como dirían en el emblemático programa de la televisora del siglo pasado 'Mujer casos de la vida real': "Acompáñenme a ver esta triste historia".

Dentro de la sala de reuniones del consejo de administración del rey de la telenovelas de México, los ejecutivos acaban de cerrar un año que se prevé será el menos rentable de la compañía en más de una década.

Se cancelaron contratos lucrativos, se desecharon programas emblemáticos, se eliminaron puestos de trabajo y los ejecutivos se defendieron de acusaciones no comprobadas de soborno.

La última mala noticia de 2016 fue que la multimillonaria familia que dirige la emisora más grande y antigua de México canceló su fiesta anual de Navidad plagada de famosos, señal del difícil clima que se vive.

El año que viene por delante no parece presentarse mucho mejor.

El conglomerado está perdiendo televidentes debido a su dificultad para adaptarse al cambio de gustos y las nuevas tecnologías, lo que lo hizo vulnerable a las incursiones de Netflix Inc. y HBO en México.

Además, la presidencia de Donald Trump amenaza con debilitar a la segunda mayor economía de América Latina y poner presión a los dólares por concepto de publicidad, mientras que una caída de dos años en el valor del peso hace más difícil que Televisa pague su deuda en dólares usando la moneda local.

“El entorno para Televisa es muy complicado”, dijo Jorge Unda, quien administra unos 35 mil millones de dólares de activos en su calidad de director de inversiones para América Latina de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria en la Ciudad de México.

“Se va a tener que redefinir completamente en muchos temas. Tendrá que redimensionarse y readaptarse a la nueva tónica”.

Las acciones de Televisa cayeron 2.65 por ciento a 87.19 pesos este martes en Ciudad de México. Del cierre de 2015 a la fecha han caído 12.2 por ciento.

Es mucho para que cualquier compañía pueda asimilarlo, pero para una institución de 62 años de antigüedad que en otro tiempo gozó del respaldo implícito del gobierno y más recientemente se enfrentó a una competencia limitada, podría ser demasiado, temen los inversionistas.

Las acciones y los bonos de la compañía reflejan esa preocupación. Sus certificados estadounidenses de depósitos en custodia han perdido casi la mitad de su valor desde junio de 2015 y el bono de mil millones de dólares de Televisa que vence en 2045 ha perdido desde septiembre 17 por ciento a 87.6 centavos por dólar de valor nominal.

En un comunicado, Televisa manifestó que necesita mostrar crecimiento en la venta de publicidad después de estabilizarse el año pasado.

Los ingresos que generan los comerciales de televisión se mantuvieron sin cambios en los tres primeros trimestres de 2016, lo que se compara con una caída de casi 10 por ciento en 2015. “Ese fue un importante primer paso”, señaló Mario San Martín, portavoz de la empresa, que informará los resultados del cuarto trimestre el próximo mes.

“Nuestra mayor preocupación para 2017 es la economía. Dependemos del entorno macroeconómico”, dijo San Martín.

“Tenemos algunos desafíos operativos, como mejorar algunos de nuestros ratings. Pero nuestra principal preocupación es el tipo de cambio y el impacto que podría tener una economía más lenta en el nivel de ingreso disponible”.

Por ser la segunda acción más líquida de México en el referencial IPC, Televisa también se ve más castigada por los inversionistas que quieren reducir la exposición a México en general, dijo Unda.

Sus acciones cotizadas en la Ciudad de México cayeron 8,3 por ciento el año pasado frente al alza de 6,2 por ciento del índice IPC.
CAMBIO DE RUMBO


La empresa planea cambiar de rumbo y mejorar sus operaciones, dijo el jefe de contenido José Bastón en una conferencia telefónica con inversionistas en octubre.

Televisa eliminó unos mil 200 puestos de trabajo en el tercer trimestre y otros más desde entonces como parte de un esfuerzo general de reducción de costos.

Hasta ahora, ha convencido a muchos anunciantes de quedarse, de modo que la caída de la audiencia aún no se refleja totalmente en las utilidades.

También contrató a un experto de primer nivel en audiencia hispana para renovar la programación de su horario central, desechando algunas de las telenovelas cliché que gustan a las viejas generaciones y desarrollando contenido que puede competir mejor con programas como el éxito de Netflix 'Club de cuervos'.

"Nos dimos cuenta de este problema desde el comienzo del año pasado y, por esa misma razón, anunciamos nuestro traslado a invertir capital adicional para producir y probar nuevos contenidos", dijo San Martín.

"Revertir los ratings lleva tiempo; no sucede de la noche a la mañana. Hemos visto alguna mejora, pero el contenido de TV es de suma importancia para nosotros ".

La oferta de Televisa para transformar su negocio no pasa desapercibida para el inversor Chris Marangi, co-presidente de inversiones de Gamco Investors. Es un poseedor de acciones de hace mucho tiempo y dice que aún ve oportunidades de crecimiento. Él sólo espera que retornos más pronto que tarde.

"Uno siempre desea que vayan más rápido", dijo Marangi en una entrevista telefónica desde Nueva York.
DENUNCIAS ANÓNIMAS


En medio de las dificultades operativas de Televisa, un informante anónimo envió una carta de 15 páginas a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) en mayo, que acusaba a ejecutivos de la empresa de promover propaganda política en los espectadores y luego embolsarse millones de dólares de los gobiernos federal y estatales.

Se transformó en una distracción de meses de duración para el directorio de la empresa y sólo se calmó en los medios locales después que la compañía dijo que una investigación externa concluyó que las acusaciones eran falsas.

En septiembre, Megacable Holdings anunció que 12 de los canales de televisión de paga de Televisa ya no estarían disponible para los suscriptores debido a una disputa contractual.

Un mes más tarde, Netflix y Televisa se separaron en un acuerdo para retirar programación de la firma mexicana de su plataforma.

Televisa también se enfrenta a desafíos con su audiencia en Estados Unidos, que ve contenidos distribuidos por su socio Univision

Univision, que retrasó los planes de vender acciones en una oferta pública inicial, proporcionó 80.2 millones de dólares en regalías en el tercer trimestre.

Los espectadores más jóvenes en busca de contenido más fresco recurren cada vez más a su rival Telemundo, que está produciendo programas sobre el tráfico de drogas y otros temas que están resonando bien con la población hispana-estadounidense, dijo David Joyce, analista de Evercore.

El turno de Televisa "ha tomado algún tiempo", dijo Joyce. La programación de Televisa "ha funcionado bien durante mucho tiempo, así que fue un caso de 'no está roto, no lo arregles', pero comenzó a debilitarse, al menos en los últimos trimestres"

Todo esto, junto con una disminución de 16 por ciento en el valor del peso de México frente al dólar en el último año, está presionando las utilidades.

La compañía, que también tiene unidades de cable y satélite que aún están creciendo, reportaría un descenso del 43 por ciento de los ingresos anuales al dar a conocer su informe de resultados en febrero, según la mediana de 17 estimaciones en una encuesta de Bloomberg.

"Ellos van a tener que seguir ajustando", dijo Unda de BBVA. "Ellos van a seguir perdiendo audiencia y los ingresos por publicidad de forma estructural. Creo que la empresa está en una situación muy compleja".
Ingresos publicitarios de TV Azteca aventajan

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