Directorio

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viernes, 29 de enero de 2016

LOCALIZA POLICÍA DE ECATEPEC A ADULTA MAYOR EXTRAVIADA





Durante un patrullaje, la Unidad de Protección a Víctimas encontró a la mujer bajo un puente.
Elementos de la Dirección de Seguridad Ciudadana y Vial de Ecatepec localizaron a una adulta mayor de 95 años, quien se había extraviado desde el pasado 21 de enero en la colonia Progreso Guadalupe Victoria.

Arturo Centeno Cano, director de la corporación, informó que este martes una hija de la mujer solicitó el apoyo de la Coordinación de Prevención del Delito y Unidad Especializada en Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género, luego de que sus familiares no pudieron encontrarla.

De inmediato los uniformados desplegaron un operativo de búsqueda hasta que, durante un patrullaje, la ubicaron bajo un puente en inmediaciones de la carretera México–Texcoco, a la altura de la Central de Abasto, en la colonia Venta de Carpio.

Para que atendieran a la adulta mayor, los policías solicitaron el auxilio de paramédicos de Protección Civil municipal, quienes diagnosticaron que presentaba síntomas de deshidratación, por lo que fue trasladada al Hospital Las Américas para su atención.

Centeno Cano dijo que, por la versión que ofrecieron sus familiares, ella había salido de su casa el 21 de enero y, al ya no regresar, sus hijos comenzaron su búsqueda.

El director de la Policía Municipal añadió que la adulta mayor fue identificada por sus familiares como Emilia Román y aparentemente no supo cómo regresar a casa.

La Coordinación de Prevención del Delito y Unidad Especializada en Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género, además de brindar atención a personas extraviadas, proporciona ayuda psicológica y jurídica a personas en situación de violencia de pareja, familiar o sexual.

En caso de requerir ayuda, la ciudadanía puede comunicarse al teléfono 57 70 31 28 o acudir a las oficinas ubicadas en el Edificio Anexo al Palacio Municipal.

'El Chapo' podrá ser usado como 'marca' en joyería, juguetes, pieles…

e acuerdo con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y la Global Brand Database, Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar tiene los derechos hasta 2020


aLejandrina Gisselle Guzmán Salazar, hija del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, tiene derechos de propiedad intelectual del seudónimo de su padre hasta 2020, de acuerdo con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y la Global Brand Database.
La hija del líder del cártel del Pacífico puede hacer uso del nombre "El Chapo" en cinco clases de acuerdo con la Clasificación Internacional de Productos y Servicios para el registro de las marcas.

Alejandrina Guzmán puede usufructuar en las ramas de publicidad (clase 35); seguros, operaciones monetarias, negocios inmobiliarios (clase 36); joyería, metales preciosos (clase 14); cuero y cuero de imitación, pieles de animales (clase 18), y juguetería (clase 28).

Las solicitudes del registro comenzaron en 2010 ante el IMPI, originalmente con otras dos marcas, "El Chapo Guzmán" y "Joaquín El Chapo Guzmán", las cuales fueron rechazadas por la Dirección Divisional de Marcas del IMPI debido a que estos nombres hacen referencia al narcotraficante, de acuerdo con el artículo cuarto de la Ley de la Protección Industrial.

De manera paralela, la madre de Alejandrina Guzmán y primera esposa del capo, María Alejandrina Salazar Hernández, intentó registrar las marcas "El Chapito Guzmán", "El Chapito" y "Don Chapo Guzmán", agregando la clase 33 que se refiere a bebidas alcohólicas.

La negativa del IMPI explica que "el nombre resulta contrario a la moral y a las buenas costumbres y el orden público", en virtud de que según la información que despliega la página oficial de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) "dicho signo reproduce el alias o sobrenombre de una persona que es buscada por la autoridad antes mencionada por la comisión de diversos delitos".

Aunque el apoderado legal de Alejandrina Guzmán y de María Alejandrina Salazar, Jose Antonio Magaña Jiménez, alega que los nombres tienen significados diferentes y que los usos destinados de la marca no tiene vínculo alguno con el narcotraficante, el IMPI apunta que pese al uso común de los nombres, la combinación de ellos (Joaquín, Chapo y Guzmán) "desprende la idea de una persona en particular", la del narcotraficante.

En el registro se encuentra también Emma Coronel Aispuro, señalada como esposa del capo, de quien recibió sus facultades jurídicas a fines de octubre de 2014, quien intentó registrar el nombre de "Joaquín Archivaldo Guzmán Loera El Chapo Guzmán" como marca para usos similares, también sin éxito por las mismas razones.

En el registro internacional aparecen dos personas más que no tiene vínculo familiar con el capo.

Se trata de María de los Ángeles Moreno Rodríguez, cuya marca "El Chapo" la destina a la clase 25 que comprende el vestuario, calzado y sombrería, y Ernesto Pérez Zagaste, quien tiene el registro de "El Chapo de Sinaloa" destinada para servicios como educación (clase 41), y productos como instrumentos científicos (clase 9).

SE SUICIDO POR AMOR UN JOVEN




HUIX­QUI­LU­CAN, Méx., 27 de ene­ro.- De­pri­mi­do y tris­te por una apa­ren­te de­cep­ción amo­ro­sa, un jo­ven de 27 años de edad se qui­tó la vi­da, al col­gar­se con un la­zo al cue­llo a una va­ri­lla del te­cho de su do­mi­ci­lio.

El la­men­ta­ble ca­so que de­jó al des­cu­bier­to la muer­te de es­te jo­ven, iden­ti­fi­ca­do co­mo Luis Al­ber­to "N", se re­gis­tró es­ta ma­ña­na, en el in­te­rior de su do­mi­ci­lio, ubi­ca­do so­bre la ca­lle Oli­vo, en la Co­lo­nia El Oli­vo, en es­te mu­ni­ci­pio.

Ga­brie­la "N", her­ma­na del aho­ra oc­ci­so, re­ve­ló a la po­li­cía que es­te miér­co­les al­re­de­dor de las 8 de la ma­ña­na sa­lió de su ca­sa pa­ra com­prar to­do lo ne­ce­sa­rio pa­ra el de­sa­yu­no y que al re­gre­sar te­rri­ble sor­pre­sa se lle­vó al des­cu­brir col­ga­do con un la­zo al cue­llo a su her­ma­no, en una de las ha­bi­ta­cio­nes.

To­da­vía con la es­pe­ran­za de que su con­san­guí­neo aún vi­vie­ra, di­jo la des­tro­za­da jo­ven, tra­tó de ba­jar­lo con la in­ten­ción de brin­dar­le au­xi­lio; sin em­bar­go, co­mo no pu­do ha­cer­lo sa­lió co­rrien­do de la ca­sa pa­ra pe­dir ayu­da a sus ve­ci­nos, pe­ro de­sa­for­tu­na­da­men­te cuan­do és­tos lle­ga­ron de­ter­mi­na­ron que ya no era ne­ce­sa­rio ba­jar­lo, pues es­ta­ba muer­to y le acon­se­ja­ron dar avi­so a la po­li­cía pa­ra evi­tar al­gún ti­po de pro­ble­ma con la jus­ti­cia.

Des­pués de que la jo­ven dio par­te de lo su­ce­di­do a las au­to­ri­da­des po­li­cia­cas, ele­men­tos de la Po­li­cía Mu­ni­ci­pal y de la CES se pre­sen­ta­ron en el in­mue­ble y al con­fir­mar que el pre­sun­to sui­ci­da ya es­ta­ba muer­to, acor­do­na­ron to­da la zo­na y pi­die­ron la in­ter­ven­ción del mi­nis­te­rio pú­bli­co pa­ra que die­ra fe de los he­chos.

Du­ran­te las pri­me­ras ins­pec­cio­nes ocu­la­res que prac­ti­có den­tro de la ha­bi­ta­ción, el mi­nis­te­rio pú­bli­co in­for­mó que el aho­ra oc­ci­so que­dó col­gan­do con un la­zo al cue­llo a una va­ri­lla del te­cho y que a sim­ple vis­ta no se le apre­cia­ban gol­pes o he­ri­das por ar­mas de fue­go o pun­zo­cor­tan­tes en el cuer­po, úni­ca­men­te un sur­co en el cue­llo que evi­den­cia­ba un su­pues­to sui­ci­dio.

Sin em­bar­go, di­jo el re­pre­sen­tan­te so­cial, se­rán los pe­ri­tos y el mé­di­co le­gis­ta del cen­tro de jus­ti­cia lo­cal, quie­nes de­ter­mi­nen si es­te jo­ven se sui­ci­dó o si pu­do ser ase­si­na­do, una vez que con­clu­yan con los pe­ri­ta­jes y la ne­crop­sia de ley, lo an­te­rior pa­ra des­lin­dar res­pon­sa­bi­li­da­des.

En tan­to, du­ran­te las ac­tua­cio­nes mi­nis­te­ria­les que rea­li­za­ba el MP en el lu­gar de los he­chos, la her­ma­na del aho­ra oc­ci­so ase­gu­ró que des­co­no­cía las cau­sas que tu­vo su her­ma­no pa­ra qui­tar­se la vi­da, aun­que no des­car­tó que ha­ya si­do por una de­cep­ción amo­ro­sa, pues al pa­re­cer aca­ba­ba de ter­mi­nar con su no­via y a raíz de ello lo no­tó su­ma­men­te tris­te y de­pri­mi­do, ya que an­du­vo con ella al­gu­nos años y la que­ría mu­cho.

Po­li­cías mi­nis­te­ria­les in­for­ma­ron que es­ta ver­sión es una de las prin­ci­pa­les lí­neas de in­ves­ti­ga­ción que ma­ne­jan co­mo una de las cau­sas por las que es­te jo­ven se sui­ci­dó; sin em­bar­go, in­di­ca­ron, los tra­ba­jos po­li­cia­cos con­ti­núan has­ta que es­te he­cho que­de com­ple­ta­men­te acla­ra­do.

POLICIA QUE CONDUCIA PATRULLA NO VIO A TRAILER Y FUE ARROLLADA



TEX­CO­CO, Méx., 28 de ene­ro.- Un ele­men­to de la Po­li­cía Mu­ni­ci­pal de es­ta lo­ca­li­dad mu­rió pren­sa­do en­tre los hie­rros re­tor­ci­dos de su pa­tru­lla, des­pués que al cir­cu­lar con apa­ren­te ex­ce­so de ve­lo­ci­dad se im­pac­tó con­tra un trai­ler que se­gún se di­jo, sa­lió de la na­da y se cru­zó en su ca­mi­no. Du­ran­te el en­con­tro­na­zo, una mu­jer po­li­cía que via­ja­ba en la mis­ma uni­dad re­sul­tó gra­ve­men­te le­sio­na­da, por lo que fue tras­la­da­da de emer­gen­cia un hos­pi­tal, don­de se de­ba­te en­tre la vi­da y la muer­te.

El ac­ci­den­te que cos­tó la vi­da del mu­ni­ci­pal Jo­sé de Je­sús, de 35 años de edad y que tie­ne al bor­de de la muer­te a su com­pa­ñe­ra Ivon, de 27, se re­gis­tró mi­nu­tos des­pués de las 11:00 de la no­che de ayer miér­co­les, so­bre la ca­rre­te­ra fe­de­ral Mé­xi­co-Tex­co­co, a la al­tu­ra del po­bla­do de San Ber­nar­di­no, en es­te mu­ni­ci­pio.

Re­por­tes po­li­cia­cos se­ña­lan que por la zo­na cir­cu­la­ban los uni­for­ma­dos, al pa­re­cer con ex­ce­so de ve­lo­ci­dad, a bor­do de la pa­tru­lla TX-039, cuan­do re­pen­ti­na­men­te se cru­zó en su ca­mi­nó el cho­fer de un trai­ler que rea­li­za­ba ma­nio­bras so­bre la mis­ma ar­te­ria ve­hi­cu­lar.

Por la ve­lo­ci­dad que lle­va­ba y de­bi­do a que el trai­le­ro sa­lió de na­da, di­je­ron au­to­ri­da­des po­li­cia­cas, el pa­tru­lle­ro ya no pu­do fre­nar ni es­qui­var­lo y se fue a im­pac­tar con­tra el cos­ta­do del trai­ler.

Au­to­mo­vi­lis­tas que cir­cu­la­ban por la zo­na, al per­ca­tar­se de la mag­ni­tud del ac­ci­den­te y de que los dos pa­tru­lle­ros ha­bían que­da­do gra­ve­men­te le­sio­na­dos, atra­pa­dos en­tre los hie­rros re­tor­ci­dos de la pa­tru­lla, de in­me­dia­to pi­die­ron el au­xi­lio de los cuer­pos de emer­gen­cia, por lo que en cues­tión de mi­nu­tos arri­ba­ron al lu­gar pa­ra­mé­di­cos de la Cruz Ro­ja y de Ca­pu­fe pa­ra brin­dar­les aten­ción mé­di­ca.

Sin em­bar­go, cuan­do los pa­ra­mé­di­cos ini­cia­ron de lle­no con sus la­bo­res de au­xi­lio des­cu­brie­ron que de­sa­for­tu­na­da­men­te el uni­for­ma­do ya ha­bía muer­to, a con­se­cuen­cia de los bru­ta­les gol­pes que re­ci­bió en va­rias par­tes de su cuer­po, prin­ci­pal­men­te en la ca­be­za y que su com­pa­ñe­ra to­da­vía vi­va, pe­ro co­mo su es­ta­do de sa­lud era su­ma­men­te gra­ve, la tras­la­da­ron al ISS­SEMYM de Eca­te­pec, don­de los mé­di­cos lu­chan por sal­var­le la vi­da.

Al te­ner co­no­ci­mien­to del trá­gi­co ac­ci­den­te, mien­tras que ele­men­tos de la CESC acor­do­na­ban to­da la zo­na y de­sa­via­ban el trán­si­to ve­hi­cu­lar, el mi­nis­te­rio pú­bli­co de la Sub­pro­cu­ra­du­ría de Jus­ti­cia de Tex­co­co se pre­sen­tó en el lu­gar, don­de una vez que rea­li­zó las di­li­gen­cias mi­nis­te­ria­les y or­de­nó el le­van­ta­mien­to del ca­dá­ver dio ini­cio a la car­pe­ta de in­ves­ti­ga­ción co­rres­pon­dien­te por los de­li­tos de ho­mi­ci­dio, le­sio­nes y lo que re­sul­te con­tra quien sea res­pon­sa­ble.

Se in­for­mó que al per­ca­tar­se de la mag­ni­tud del ac­ci­den­te y de que las víc­ti­mas eran po­li­cías, el cho­fer del trai­ler ba­jó de la uni­dad y se dio a la fu­ga; sin em­bar­go, po­li­cías mi­nis­te­ria­les ya ini­cia­ron con las in­ves­ti­ga­cio­nes co­rres­pon­dien­tes pa­ra iden­ti­fi­car­lo, ubi­car­lo, de­te­ner­lo y po­ner­lo a dis­po­si­ción del mi­nis­te­rio pú­bli­co pa­ra que res­pon­da por los he­chos.



PO­LI­CÍAS SE IN­CON­FOR­MA­RON



Des­pués que se en­te­ra­ron que dos de sus com­pa­ñe­ros ha­bían su­fri­do un ac­ci­den­te mor­tal, ele­men­tos de la Po­li­cía Mu­ni­ci­pal de Tex­co­co se in­con­for­ma­ron y res­pon­sa­bi­li­za­ron a su man­dos del per­can­ce, pues ase­gu­ra­ron que la ma­yo­ría de ellos tra­ba­jan y ma­ne­jan su­ma­men­te can­sa­dos, ya que se les obli­ga a cum­plir jor­na­das de 48 por 48 ho­ras y ello, se­gún di­je­ron, es muy des­gas­tan­te y lle­ga el mo­men­to en que por la fa­ti­ga y el can­san­cio no tra­ba­jan co­mo de­be ser y se da es­te ti­po de ac­ci­den­tes.

COMANDANTE DE LA FAR DE LA POLICIA ESTATAL ACRIBILLADO



TUL­TI­TLÁN, Méx., 28 de ene­ro.- Un co­man­dan­te del gru­po FAR de la CESC fue pri­va­do de la vi­da de por lo me­nos 20 ba­la­zos en di­fe­ren­tes par­tes de su cuer­po por un co­man­do de va­rios su­je­tos fuer­te­men­te ar­ma­dos que lle­ga­ron has­ta su mis­mo do­mi­ci­lio y que a gol­pes y em­pu­jo­nes lo sa­ca­ron a la ca­lle pa­ra acribillarlo, an­te la ate­rra­da mi­ra­da de sus fa­mi­lia­res mi­nu­tos des­pués de la 9:00 ho­ras de hoy jue­ves, fren­te al do­mi­ci­lio del co­man­dan­te de la FAR, ubi­ca­do en Co­lo­nia Fuen­tes del Va­lle, en es­te mu­ni­ci­pio.

Au­to­ri­da­des po­li­cia­cas in­for­ma­ron que de acuer­do con ver­sio­nes que die­ron fa­mi­lia­res y ve­ci­nos del aho­ra oc­ci­so, és­te se en­con­tra­ba tran­qui­la­men­te den­tro de su ca­sa, cuan­do fue sor­pren­di­do por un co­man­do de va­rios su­je­tos fuer­te­men­te ar­ma­dos que sin el ma­yor ta­pu­jo ni res­pe­to en­tra­ron al in­mue­ble pa­ra ama­gar­lo con ar­mas de fue­go y a gol­pes, em­pu­jo­nes y ba­jo ame­na­zas de muer­te lo sa­ca­ron a la ca­lle, don­de sin la más mí­ni­ma mi­se­ri­cor­dia y sin im­por­tar­les la gran can­ti­dad de per­so­nas que ca­mi­na­ban por el lu­gar y que sus fa­mi­lia­res es­ta­ban pre­sen­tes, lo dispararon por lo me­nos 20 ba­la­zos.

Ver­sio­nes de los mis­mos ve­ci­nos que vi­vie­ron ver­da­de­ros mo­men­tos de te­rror, se­ña­lan que des­pués que los de­lin­cuen­tes pri­va­ron de la vi­da al co­man­dan­te del gru­po FAR de la CESC rá­pi­da­men­te su­bie­ron a una ca­mio­ne­ta de la que no die­ron ma­yo­res da­tos, pa­ra dar­se a la fu­ga.

Pos­te­rior­men­te, cuan­do tu­vie­ron co­no­ci­mien­to de los he­chos, po­li­cías mu­ni­ci­pa­les y com­pa­ñe­ros del co­man­dan­te de in­me­dia­to se pre­sen­ta­ron en el lu­gar e im­ple­men­ta­ron un im­pre­sio­nan­te ope­ra­ti­vo en to­da la zo­na, a fin de ubi­car y de­te­ner a los pre­sun­tos ho­mi­ci­das, pe­ro no tu­vie­ron suer­te, pues es­ca­pa­ron sin de­jar pis­tas de su pa­ra­de­ro.

El je­fe po­li­cia­co que­dó com­ple­ta­men­te en­san­gren­ta­do, ti­ra­do so­bre el as­fal­to, con los bra­zos ex­ten­di­dos, fren­te a su ca­sa y pre­sen­ta­ba múl­ti­ples ba­la­zos en di­fe­ren­tes par­tes del cuer­po.