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lunes, 26 de septiembre de 2016

LA CULTURA DE LA DENUNCIA






Por. Ana Patricia Velásquez Velasco
Colaboradora del Mexiquense Valle de Zumpango
Y estudiante de Derecho
Del Centro Universitario UAEM Zumpango

A tan solo tres meses de la reforma penal que entrara en vigor el 18 de junio de este año el trabajo de las agencias de representación social parece estarse restableciendo pues, es de esperarse que con un nuevo sistema electrónico que es general para toda la república mexicana ha sido ineficiente las primeras semanas de su uso, este sistema permite subir la entrevista del denunciante a un portal perteneciente a la Procuraduría General de Justicia para arrojar un NUC (Número Único de Carpeta), mismo que nos sirve para identificar nuestro expediente para seguirle dando trámite. Un sistema con objeto similar a los que se habían utilizado con anterioridad en el Estado de México.
Este como todos los cambios en el sistema penal representó el pánico tanto como para los usuarios y los agentes de ministerio público, hablando específicamente de la plataforma electrónica para subir al sistema las entrevistas, ya que, dada la inexperiencia de los agentes y auxiliares para manejarlo, hacían esperar a los usuarios más de cuatro y hasta seis horas para poder denunciar; en promedio si en una mesa de trámite en un turno se levantaban con el antiguo sistema CITRIX un aproximado de 20 a 25 denuncias, en el primer mes de entrado el nuevo sistema SIGI solo se atendían alrededor de 5 a 7 usuarios, postergando las denuncias del resto y más de la mitad no regresaban a denunciar, pero ¿qué pasa con la cultura de la denuncia? Efectivamente se perdió credibilidad pues si después de dos o tres intentos de querer ser atendido por los agentes del ministerio público para levantar una denuncia y la respuesta fue, esas mimas tres veces “no hay sistema, vuelva mañana”, se entiende que de 100 denuncias solo se realicen el 50% de ellas porque además en algunos casos se califica un delito como irrelevante.
Cabe destacar que, sin importar la gravedad de un hecho delictuoso, en estos días para aumentar la cultura de la denuncia es esperar que casi nunca habrá buena atención y es importante tener mucha paciencia, aunque te hagan firmar lo contrario.
Así que denunciemos! Un delito jamás será irrelevante, y más importante aún, de acuerdo a nuestros intereses démosle tramite, ayudemos aportando datos que puedan ser de utilidad a los agentes del ministerio público para el esclarecimiento de los hechos, exijamos un trato eficiente que para ello nos representan.



Foto. Ana Patricia Velásquez Velasco




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