El mexicano que desarmó al mundo; Alfonso García Robles, pacifista y premio nobe

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Hace 25 años murió el estratega que negoció el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares



Compromiso con la paz. Alfonso García Robles (izq.), en la junta que constituiría el organismo para la proscripción de las armas nucleares en América Latina. En la imagen derecha, García Robles y la sueca Alva Myrdal, en la recepción del Premio Nobel de la Paz.
CIUDAD DE MÉXICO.

En los años sesenta, el embajador mexicano Alfonso García Robles planteó al mundo un dilema: detener la carrera armamentista y proceder al desarme o enfrentar la aniquilación.

Lo hizo en el momento adecuado y desde la trinchera correcta, en la ONU, cuando Estados Unidos y la URSS protagonizaban la Guerra Fría y el gasto anual bélico era de 600 mil millones de dólares, un millón de dólares por minuto.

Entonces México impulsó la esperanza, a través de una negociación encabezada por el diplomático michoacano entre 1964-1967.

“México y otras naciones latinoamericanas veían con enorme preocupación las explosiones con armas nucleares que realizaban ciertos países, tanto en el espacio ultraterrestre como en el mar, mismas que amenazaban la paz del mundo y ponían en peligro nuevamente a la humanidad con una guerra nuclear”, escribió el embajador Hermilo López-Bassols en la revista Relatos e Historias en México.

El resultado fue la firma del Tratado de Tlatlelolco, que garantizó que América Latina y el Caribe fueran la primera zona poblada libre de armas nucleares en el mundo.

La comunidad internacional escuchó nuevamente la advertencia de García Robles el 10 de diciembre de 1982, cuando, junto a la sueca Alva Myrdal, recibió el Nobel de la Paz por ser el arquitecto del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe.

“La supervivencia de la humanidad es la que está en juego hoy en día. Anteriormente, cuando se inventaba un arma, por terrible que fuera, no era capaz de destruir a la raza humana”, dijo en su discurso de aceptación.

Reconocimiento

García Robles recibió el Nobel de la Paz en Noruega el día que entregaron a Gabriel García Márquez el de Literatura, en Suecia.

“Ojalá este premio aumente el valor persuasivo de nuestras intervenciones en favor del desarme, especialmente entre los círculos que toman las decisiones en este terreno”, expresó el exembajador en Brasil (1961-1964) desde la Universidad de Oslo.

También pidió la creación de un premio anual honorario dedicado a los Derechos Humanos, que tenga la misma relevancia del Premio Nobel de Economía.

“En la actualidad, la humanidad se halla ante un dilema: debemos detener la carrera armamentista y proceder al desarme, o enfrentarnos a la aniquilación”, expuso.

Una noche previa, más de mil partidarios del desarme nuclear desfilaron por las calles de Oslo, portando antorchas, como un homenaje a los ganadores. Desde un balcón, García Robles y Myrdal los observaron y saludaron.

Las universidades, legisladores y funcionarios en México expresaron su beneplácito por el primer Nobel mexicano. El gobierno federal conmemoró el momento con la emisión de un millón de timbres postales.

Funerales

Hoy se cumplen 25 años del fallecimiento del excanciller (1975-1976). Murió el lunes 2 de septiembre de 1991, alrededor de las 20:45 de la noche, a los 80 años de edad, de un paro cardiaco. Su muerte fue reportada la mañana del martes.

Lo despidieron en el Panteón Español su esposa e hijos, amigos, diplomáticos y políticos de todos los niveles, entre ellos, el presidente Carlos Salinas, el expresidente Luis Echeverría y el entonces canciller Fernando Solana.

“Un solitario crisantemo blanco sobre el gris ataúd. Un rápido final a tan larga vida. Y la misma solemnidad que caracterizó la manera de ser del primer mexicano que recibió el Premio Nobel”, documentó Excélsior en sus páginas del miércoles 4 de septiembre de 1991.

En el funeral, Luis Echeverría comentó que el embajador emérito, quien fuera su secretario de Relaciones Exteriores, también fue su maestro, “aunque no de manera permanente, en la cátedra de Derecho”.

Carrera

Alfonso García Robles ingresó al servicio exterior en 1939, como tercer secretario de la Embajada de México en Suecia.
En 1941 se incorporó a la Secretaría de Relaciones Exteriores.
De 1946 a 1956 radicó en Nueva York, trabajando para la ONU.
De 1962 a 1964 ocupó el puesto de embajador en Brasil.
De 1964 a 1970 fue subsecretario de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En 1982 obtuvo el Premio Nobel de la Paz.