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martes, 12 de abril de 2016

Grave contaminación del aire


Por Salvador García Liñán




A la Ciudad de México la dejaron crecer desde hace 30 años cuando no hubo por parte de los gobiernos priístas ningún esfuerzo para atender un problema que ya en 1993 era gravísimo: eramos, según la ONU, la ciudad más contaminada del planeta.

La primera razón de la elevación de la contaminación era que no crecía el transporte público pero aumentaba la compra de autos y los vehículos les llenaban sus tanques con combustible de mala calidad.

Las emanaciones de los vehículos, junto con otras fuentes de contaminación del aire, son responsables de los graves problemas respiratorios que crecen exponencialmente.

El DF está situado a 2,240 meros sobre el nivel del mar en un valle rodeado de montañas totalmente deforestadas y con casuchas en sus faldas. A esa altitud hay menos oxígeno y la mayor parte de la contaminación del aire es resultado de la combustión incompleta de los combustibles fósiles de mala calidad, principalmente las emisiones de diésel.

Dado que los combustibles fósiles, mal refinados en refinerías viejas y mal mantenidas con tecnología ya rebasada no se queman limpiamente a la altitud del DF, originan la formación de grandes cantidades de partículas de hollín o negro de carbono.

Cada vez que una persona respira en el DF, está inhalando una proporción muy alta de estas partículas de hollín que afectan los ojos, la garganta y lo peor, pueden desprenderse a los pulmones. Dado su pequeño tamaño, si no se tose o estornuda, no se expulsa tal materia del sistema respiratorio.

El negro de carbono es difícil de eliminar de la atmósfera, ya que el hollín es hidrófobo. Es decir, es repelente al agua y no se lava fácilmente.

Al recibir el DF una cantidad intensa de luz solar todo el año, acoge altos niveles de ozono y otros tipos de smog fotoquímico. Una gran parte de la contaminación del aire por ozono se forma cuando los óxidos de nitrógeno, el monóxido de carbono y los compuestos químicos volátiles reaccionan con la luz solar.

Las otras fuentes de contaminación en el DF son las fábricas y la fuga de olofinas reactivas como butanos y propanos que se encuentran en el gas del petróleo licuado que utilizamos para cocinar y calentar el agua.

El gas no puede ser quemado en forma adecuada debido a la altitud del DF por lo que cuando hay luz solar intensa, reacciona con los compuestos no quemados del gas LP.

Twitter:@ComMedica08

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