Sentenció además que la legislación se aplica estrictamente, por lo cual, incluso, algunos partidos políticos debieron sustituir a sus aspirantes, porque éstos no presentaron sus gastos de precampaña.
En entrevista, el funcionario electoral federal reconoció que hubo bajas -son contadas- pero tengo referencia de dos o tres que no entregaron la documentación a tiempo y las agrupaciones políticas debieron designar a otros contendientes.
Con relación a la fiscalización, Matías Chiquito manifestó que se contabilizan hasta las calcomanías que pegan en los coches privados y promueven la candidatura de algún aspirante.
Si dichos gastos no son reportados, aseguró, hacemos un estimado del costo, pues el sistema de monitoreo no es exclusivo de la red, también se vigila toda la publicidad y propaganda en exteriores, al igual que los actos o eventos de los partidos y candidatos.
"Todo lo que representa un gasto está monitoreado y, si el partido no lo reporta, estimamos los costos y los integramos a los gastos de campaña. El problema será grave si se rebasan los topes", sentenció.
Mencionó también que en la junta que encabeza todavía no tiene cifras de la fiscalización de las precampañas a nivel local, pero en las federales sí hubo irregularidades.
Contrario a lo que se pudiera pensar, lo más frecuente fue que los candidatos no presentaron el informe y, donde no hubo desglose de gastos, se dio la sustitución de aspirantes. "Si el candidato no pasó, fue porque no informó y el partido estuvo en posibilidad de designar a un nuevo contendiente".
El funcionario electoral reconoció que no tiene la cifra exacta acerca de cuántos casos de ese tipo se dieron en el Estado de México, ni de qué partidos, pero sí hubo revocaciones y sustituciones.
Finalmente, recordó que la responsabilidad de la aplicación de las prerrogativas es de la agrupación política a la que se le entregan
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