Sergio Ramírez Gutiérrez, titular del SUEM, explicó que el objetivo es que los rescatistas ubiquen las fuentes de poder que tienen los automóviles eléctricos, ya que al momento de cortarlos para sacar alguna persona prensada por un incidente vial se corre el riesgo de generar un chispazo que pondría en riesgo la seguridad de la víctima y del personal.
“La idea es que los paramédicos sepan qué partes de este tipo de unidades pueden cortar, dónde están las fuentes de poder, cómo desactivarlas y así evitar conatos de incendio”, destacó.
Dio a conocer que este adiestramiento fue otorgado por la empresa General Motors, quien solicitó mostrar a los rescatistas el sistema OnStar, el cual ofrece conexión con los servicios de emergencia, asistencia vial y diagnóstico del vehículo.
Participaron al menos 20 cuerpos de emergencia, incluidos bomberos, Protección Civil, Cruz Roja y todo el personal del SUEM, incluso el administrativo, quienes recibieron un curso teórico de más de 10 horas y la demostración práctica.
Ramírez Gutiérrez informó que el SUEM atiende en promedio de 13 a 14 choques y volcaduras al día y en temporadas vacacionales llegan a reportar hasta 18.
Comentó que las principales causas de accidentes son por manejar a exceso de velocidad, conducir bajo el influjo de alguna sustancia tóxica, utilizar dispositivos electrónicos como celular y audífonos, nos respetar los límites de velocidad y pasar sobre pavimento mojado; el sector de la población más involucrado es el de adultos jóvenes de 18 a 35 años.
Dijo que en promedio el gobierno mexiquense invierte 2 mil 500 pesos por cada vez que sale una ambulancia a prestar un servicio, cantidad que puede elevarse hasta a 5 mil pesos si existen heridos que requieren medicamentos, vendajes, uso de ventilador, equipo especializado, etcétera.
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