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lunes, 27 de octubre de 2014

La mujer más buscada de México y un negocio millonario que nadie ha querido ver

Guerrero, México.- Lo que ocurre en Iguala, Guerrero, es algo parecido a un drama ocurrido en un pueblo chico que le ha traído al país entero un infierno tan grande que nos da cuenta que la verdadera realidad del país se refleja no en las grandes urbes o zonas industriales, sino en los municipios donde al parecer el poder es de quien lo toma y no de quien lo vota.

Eso es precisamente lo que se evidenció con la pareja presidencial (municipal) conformada por José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, donde el principal señalado es él por ejercer un puesto de elección popular, aunque en la acción la que mandaba era ella.

El poder que ejercía la cónyuge del edil repudiado en tiempos recientes era sabido por todos, pero ignorado por quienes debían tomar decisiones, entre ellos el ahora Ángel ‘Caído’ Aguirre, quien debió ser el primero en darse cuenta, al menos, de la ambición que demostraba la primera dama de Iguala cuando buscó su respaldo para ser candidata por el PRD en la elección de próximo año. Y lo curioso es que lo logró.

Como no hay mejor forma de lisonjear a alguien que no tiene algo digno de festejarle, María de los Ángeles Pineda le tiró un anzuelo que difícilmente podría rechazar: construir una Ciudad Deportiva que llevara por nombre “Lic. Ángel Aguirre Rivero” , según señala Reporte Índigo.

La señora sabía ganarse a todos con su carácter espléndido, ya fuera con tabletas electrónicas o bicicletas, de tal forma que fue ganando terreno para ser la próxima presidenta municipal y de no haber sido por obra del destino y la mala suerte para ella, hoy sería consejera estatal del PRD con el camino planchado a la alcaldía.

Y decimos mala fortuna porque de no haber sido por una serie de errores y descuidos de la policía municipal, todo habría quedado enterrado como otras muchas cosas que demuestran esa gran cantidad de fosas clandestinas halladas en el proceso de búsqueda de los desaparecidos.

El caso de María de los Ángeles Pineda no trasciende solo porque fuera ella la que mandara en su casa y en el palacio municipal, sino por las conexiones con el crimen organizado que la sitúan no como alguien con simples parientes incómodos, sino como una operadora real que no se tentaba el corazón para eliminar a quien estaba en su contra y que de plano infiltró desde la alcoba a una institución del Estado.

Esto último la convierte en la mujer más buscada de México y por esa simple razón, al igual que ‘La Tuta’ resultará muy difícil que la atrapen y si lo hacen (nadie sabe dónde está, pero de repente aparecen sus amparos) no será sin la suspicacia de que algo se tuvo que haber negociado. Porque son muchos los que desean que la encuentren, pero seguramente también muchos los que no, porque resulta imposible que absolutamente nadie supiera de su árbol genealógico vinculado al cártel de los Beltrán Leyva, ni de su influencia en altas esferas, aunque fuera solo en su entidad. Ella podría ser la punta del iceberg de un gigante témpano de corrupción y al mismo tiempo, el rostro mismo de la desfachatez de muchos que prefirieron decir que había cosas que era mejor no saber.

Porque habría que preguntarnos, ¿qué diablos quiere el narcotráfico en Iguala y sus alrededores? No es una zona de tránsito de estupefacientes por excelencia, como lo son las ciudades fronterizas; o de accesos multimodales como Lázaro Cárdenas en Michoacán; tampoco era, hasta donde sabíamos una plaza que fuera peleada por simple cuestión territorial.

Una respuesta quizás esté en el hecho de que Iguala es el centro de acopio de la droga que se ha vuelto preferida por los narcotraficantes y que ya desplazó a la marihuana en términos de hectáreas de cultivo: la amapola.

El periodista Héctor de Mauléon en El Universal da cuenta de esto y apunta que este negocio tendría un valor de 17 mil millones de dólares solo para los productores mexicanos, de acuerdo con una estimación del Departamento de Estado de EEUU. Si bien en Iguala no se cosecha la planta, ahí es donde se concentra lo cosechado en las regiones aledañas para empaquetarse y enviarse a la frontera norte, que por cierto, es un hecho que ya levantó las alarmas en el vecino del norte porque el subproducto de la amapola, la heroína negra, ya invadió el mercado estadounidense.

Puede que el caso de la primera dama de Iguala no sea solo un asunto de popularidad y poder; las cosas no suelen ser tan sencillas y quizás Iguala sea desde hace tiempo del interés de muchos, aunque antes pareciera que no le importaba a nadie.

Desde el terremoto de 1957 la caída de un ángel no causaba tanta conmoción, aunque a diferencia de la anterior, esta estaba más que anunciada. Pero tampoco hay que echar las campanas al vuelo creyendo que ya la clase política está entrando en razón; todo lo contrario, esto no es más que un paso hacia la elección de 2015 y el PRD sabía perfectamente que si se empeñaba en mantener a Ángel Aguirre en su lugar, no habría poder que les quitara la responsabilidad de lo que sucedió con los normalistas de Ayotzinapa, afectándoles no solo con el electorado de Guerrero, sino a nivel nacional en las elecciones intermedias para la renovación de Congreso. Podría decirse que en el Sol Azteca no dan paso sin huarache, pero desde hace tiempo van caminando descalzos.

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