Directorio

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lunes, 22 de octubre de 2012

TEMA LIBRE

Por I. León Montesinos

Me pelan los dientes
Los eternos líderes sindicales

Tenemos Elba Esther para rato

Conalep, fábrica de burros


Ecatepec, Méx.- Mientras los trasnochados senadores panistas buscan sacar airosa la Reforma Laboral añadiendo los temas de democracia y transparencia sindical, en Cancún, la maestra Elba Esther Gordillo se adelantó a las buenas intenciones legislativas y se reeligió por seis más al frente del SNTE, el sindicato más grande y poderoso de América Latina.

Lo que en doce años en el poder no lograron hacer los panistas, ahora intentan hacerlo de última hora; es decir, minar las estructuras del viejo sindicalismo corporativo adherido al PRI desde su nacimiento y que ha convertido a muchos de estas organizaciones gremiales en auténticos emporios privados.

Desde 1989, la maestra Gordillo llegó al liderazgo del SNTE, no por obra y gracia de la decisión mayoritaria de los maestros del país, sino por el golpe de peso operado en contra de su antecesor, Carlos Jongitud Barrios, por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, quien ni en sueños imaginó que con su decisión iba a engendrar uno de los monstruos políticos más influyentes y peligrosos de las últimas décadas.

La maestra ha llegado a ser un factor de influencia y de poder, sólo comparable con el que tuvo en su momento Fidel Velázquez, al frente de la CTM. Su riqueza, calculada en varios cientos de millones de pesos—algunos la calculan en miles--, ha tenido el cuidado de arroparla de poder político tras la fundación del PANAL, el partido de su propiedad.

Con la llegada de Vicente Fox a la presidencia se pensó ilusamente que el poder de los sindicatos corporativos del PRI sería minado, sólo que los panistas fueron de error en error en sus intentos, el primero, el mal estructurado PEMEXGATE, al que el entonces contralor, Francisco Barrio le apostó todo y que se convirtió en un boomerang en contra de Acción Nacional.

Lo mismo sucedió con los intentos por bajar de su pedestal a Elba Esther Gordillo que terminó siendo aliado del ignorante mandatario, sometiéndolo a sus caprichos e intereses, tónica que no varió en lo absoluto con la llegada del etílico Felipe Calderón Hinojosa, quien como trascendió, acabó debiéndole a la profesora su raquítica victoria de 240 mil votos, cediéndole el control absoluto de dependencias como el ISSSTE y la Lotería Nacional, donde sus incondicionales dejaron a su paso un sinfín de destrozos.

Es cierto, Elba Esther es el peor rostro del sindicalismo en el país, caracterizado por los métodos antidemocráticos y represivos pero que han supervivido gracias a la habilidad política de quien públicamente anuncia no ser la chacha de nadie. A la maestra sus incondicionales le temen más que respetarla pues saben que bajo su férula pueden amasar grandes fortunas y que oponérsele es condenarse en el gremio magisterial, a la peor de las desgracias y ostracismos.

Decir que algo así como tres mil delegados, todos maiceados y bien paseados, son garante del pensar y la decisión libre y soberana de casi un millón de maestros es una auténtica burla, y eso lo sabe la maestra pero sus estatutos internos así lo permiten, y ni hablar, deben ser acatados, pues esto forma parte de la llamada autonomía sindical en la que se han cobijado verdaderos cacicazgos sindicales que suelen llegar a su fin sólo con la muerte de sus anquilosados líderes.

No por algo se habla de que la controversia en el Senado no es por la aprobación de la Reforma Laboral sino por la Reforma Sindical donde por cierto figuras añejas como la del cachanilla, Joel Ayala Almeida, cacique de la FSTSE, integran su cuerpo legislativo. Y si bien algunos de estos personajes eternizados en el poder, se han ganado realmente el apoyo de sus agremiados, en la mayoría de los casos, su permanencia obedece a sistemas de intimidación que rayan en el más puro gangsterismo.

En esta secuela de calamidades corporativas podemos citar el caso del dirigente del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Fernando Espino Arévalo, que lleva más de 30 años al frente de esa organización manteniendo siempre su estilo amenazante y golpeador en contra de los miles de trabajadores bajo su dominio. Se cuentan por cientos los casos de agresiones físicas y de acosos sexuales perpetrados por Espino y su pandilla.

Con la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas al gobierno capitalino, en 1997, los trabajadores pensaron que se permitiría una apertura democrática en su sindicato pero se equivocaron pues el insensible Cuauhtémoc ni siquiera volteó a verlos y muy por el contrario, Espino se jactó de ser paisano del perredista con lo que terminó por consolidar su poder.

Siempre rodeado de un equipo de seguridad, se asemeja mucho a otro delincuente enfundado en la etiqueta de líder, como es el caso de Víctor Flores, mandamás en el Sindicato Ferrocarrilero y quien desde su arribo al poder, también hace más de dos décadas, se ha dedicado a desmembrar a las viejas corrientes sindicales hasta imponer su ley de horca y cuchillo. Bravucón y agresivo, este personaje nunca le ha rendido cuentas a sus agremiados e incluso, con la complacencia oficial, se dio a la tarea de defraudar el millonario fondo de retiro de miles de jubilados. Su liderazgo está cimentado sobre los cadáveres de decenas de opositores.

Cuentan que en una ocasión, y siendo tesorero durante el periodo de Jorge Peralta, alguien le alabó una lujosa chamarra de marca a la vez que le preguntó: ¿De qué piel es, Víctor? A lo que el jactancioso tesorero le contestó: “Toca, es de piel de trabajador”. Es éste mismo personaje el que a la caída del PRI en el 2000, y sin ser llamado, fue a ponerse de hinojos ante Vicente Fox, a quien expresó zalameramente: “Señor Presidente, soy Víctor Flores, y estoy a sus enteras órdenes”. Dicen que el confundido ranchero, preguntó a sus allegados: “¿Y ése, quién es?”. Más tarde, Víctor Flores lloriqueó en su partido para que lo hicieran diputado federal, fin que consiguió, personificando a la peor catadura de dirigentes que aún perviven.

Como es fácil de observar, el desarrollo democrático del país no ha ido al parejo de la democracia de los sindicatos más poderosos del país, y si bien nadie duda de que es necesario un cambio en su forma de operar, el asunto no resulta tan sencillo pues hay tratados internacionales que nuestro país ha firmado con instituciones internacionales como la OIT, y que le condicionan a mantener una fiel observancia y respeto a la autonomía sindical.

También es cierto que la transparencia de los sindicatos no es fácil de aplicar y menos de ser ordenada por el gobierno o los empresarios, porque sus recursos no tienen un origen público aún cuando en el caso de los sindicatos que tiene que ver directamente con el gobierno federal y cuyas cuotas provienen de los recursos públicos, la anuencia del trabajador para permitir un descuento de su salario por motivo de las cuotas sindicales, imprime un carácter autónomo a sus ingresos.

Insistimos en que los panistas nada hicieron durante su permanencia en el poder para acabar con las viejas estructuras corporativas y más aún, se convirtieron en abiertos cómplices de sus excesos como sucedió con el sindicatos cetemista del SUTERM donde su actual dirigente, Víctor Fuentes del Villar—sobrino del extinto Leonardo Rodríguez Alcaine (a) La Güera”---, se dice muy amigo de Calderón al grado de haberse burlado de los tribunales laborales y de la propia Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), que lo conminó desde hace un par de años a regresar el fondo de los trabajadores jubilados que ahorraron durante más de 50 años. El monto de lo defraudado por el ominoso sujeto asciende a la cuantiosa suma de 600 mil millones de pesos y Calderón al igual que sus funcionarios involucrados, entre ellos el director de la CFE, se han guardado de decir ésta boca es mía.

Por eso la reelección de la maestra Elba Esther, es un mal síntoma de que la impunidad de muchos líderes seguirá adelante, a menos que los trabajadores y la sociedad en su conjunto hagan algo al respecto pues estamos seguros que si a sus agremiados se les dejará decidir libremente ya la hubieran jubilado hace mucho tiempo. ¿No cree usted?

COMENTARIOS A LOS ALUMNOS DEL CONALEP.- Me llamó poderosamente la atención lo publicado en la pasada semana por Mexiquense, sobre la molestia de los estudiantes del CONALEP III de Ecatepec, que armaron una pequeña revuelta por la destitución de su directora, Juana Fermán Martínez, señalada como presunta vendedora de calificaciones.

En su calidad de escuelas técnicas, los CONALEPS no pueden encubrir actos deshonestos de tal naturaleza pues sería el equivalente a la teoría popular del TIO LOLO; es decir, que los alumnos se harían pen….solos, si compran sus carreras técnicas.

El mercado laboral es cada vez más competido y egresar como técnicos en alguna especialidad sin tener los conocimientos suficientes los estaría condenando al desempleo. Por eso resulta aplaudible que los altos directivos de esa institución haya hecho el cambio por el contador público, José Lozada, lo malo es que la ex directora fue enviada a otro plantel del vecino municipio de Tlalnepantla, donde seguramente continuará haciendo de las suyas cuando lo razonable era darla de baja.

Los burros del CONALEP III no tendrán de otra que ponerse a estudiar si quieren pasar sus materias.

Desde aquí, enviamos una cordial felicitación y un caluroso abrazo a nuestro amigo y director, Juan Manuel Padrón Lara, con motivo de su cumpleaños este miércoles 24 de octubre.

Agradecemos sus comentarios y sugerencias a nuestro correo electrónico: garrasleo6@yahoo.com.mx

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