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miércoles, 3 de octubre de 2012

Engordan precios de alimentos y adelgazan los bolsillos

El huevo ha sido el ejemplo más visible del incremento de los precios de los alimentos en los últimos meses, pero hay otros productos que han subido más, afectando, sobre todo, a los más pobres. La alerta prevalece, pues todo indica que la escalada de precios continuará.

La escalada de precios de varios alimentos lleva ya varios meses y está afectando, sobre todo, a las familias más pobres de México. Lo peor es que está oleada de alzas podría continuar el resto del año.

El precio del huevo creció abruptamente y golpeó los bolsillos de los mexicanos, pero hay otros productos que, aunque han hecho menos ruido, también se han encarecido, algunos casi el doble, como el frijol, carne de pollo, de cerdo y de res.

Estos incrementos han presionado el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), pues la inflación se ha ubicado por tres meses seguidos por encima de la meta del Banco de México de 3% más/menos un punto porcentual. Aunque el banco central confía en que estas presiones sean transitorias, algunos analistas ya prevén que la inflación finalice en 2012 por arriba de 4%.

Y no se prevé que pronto haya un freno a estos incrementos, debido a diversos factores de presión a nivel mundial. “Prevemos que los precios internacionales de los granos sigan siendo un riesgo”, dice Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of América Merrill Lynch para México, en un análisis.

El golpe de esta escalada de precios va directo contra los más pobres, ya que, según el Coneval, las personas en pobreza alimentaria destinan más de 44% de sus ingresos para comprar alimentos, mientras que una persona no pobre gasta sólo 20%.

Esta inflación en alimentos lo único que provoca es que el número de pobres crezca, dice José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México.

Además, con estas alzas en los precios de alimentos, baja el poder adquisitivo de las personas aunque los salarios tengan un incremento marginal por año. En diciembre pasado, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) aprobó un aumento de 4.2% en el salario mínimo para 2012, por lo que en el área “A” se fijó en 62.33 pesos, en el área “B” 60.57 y en el área “C” 59.08 pesos.

El huevo y quién lo puso

La gripe aviar en algunas granjas avícolas en el estado de Jalisco causó una escalada de precios en el huevo, producto de primera importancia en la alimentación diaria. De acuerdo al Instituto Nacional Avícola, México es el primer demandante mundial de huevo, con un consumo per cápita de 20.3 kilos por habitante al año.

De pasar de entre 16 y 18 pesos por kilo en junio, el precio del huevo se disparó hasta 40 y 50 pesos, dependiendo del establecimiento donde se adquiriera.

El precio del huevo ha ido bajando gradualmente, aunque probablemente no regrese a sus precios anteriores a la ‘crisis’. En un recorrido por un mercado en Naucalpan de Juárez, zona metropolitana de la Ciudad de México, sólo se vendía huevo en dos establecimientos, mientras que las tiendas de abarrotes no lo vendían por el momento o no estaba a la vista del comprador.

“Ahorita el kilo de huevo blanco está en 33 pesos, ha ido bajando, porque antes estaba en 36 o 38 pesos. Pero no creo que regrese a los 16 pesos como estaba antes”, comenta Carlos González, encargado de un establecimiento.

Esta baja gradual en el precio del producto no se debería a la importación de huevo libre de arancel, aprobada por la Secretaría de Economía (SE), ni a las inspecciones de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), sino que sería resultado de la misma especulación del precio, indica José Luis de La Cruz, del Tec de Monterrey.

“La importación de huevo es reciente y no tiene efecto en la baja del precio, pues esto es a causa de la especulación. El precio se mantendrá volátil mientras esto se mantenga”, explica.

Escalada generalizada

La atención mediática hacia el incremento súbito del precio del huevo ha ocultado la escalada de precios de otros productos de la canasta básica, que en los últimos 12 meses han subido más de 20%.

Gerardo Sandoval, encargado de un local de frutas y legumbres al norte de la Ciudad de México, comenta que el costo de algunos productos, como las frutas, se ha mantenido estable, aunque en otros ha subido abruptamente. “El jitomate ha subido hasta ahora de 16 a 20 pesos el kilo.”

En otros alimentos, como la carne y algunos granos, se ha visto un aumento significativo del precio a lo largo del año, agrega el tendero.

De acuerdo al monitoreo del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), de la Secretaría de Economía, el frijol bayo costaba en septiembre del año pasado 15 pesos, pero en el mismo mes de 2012 está en 29 pesos, 93.3% más caro, por lo que se ha vuelto más costoso que inclusive el huevo.

La misma base del SNIIM indica que el huevo blanco subió 73% en el mismo periodo. Otros productos subieron significativamente, como la carne de puerco (31%), el pollo entero (25%) y la carne de res (19%).

El Banco de México (Banxico) reconoce que las presiones inflacionarias se deben a la subida de algunos alimentos en la canasta básica. El gobernador del banco central, Agustín Carstens, especificó el pasado 12 de septiembre que son cuatros productos los causantes de este desvío: la tortilla de maíz, el frijol, la carne de res y el huevo.

Pero Banxico confía en que estas presiones sean “transitorias” y que al final del año se regrese a la meta de inflación, por debajo de 4%, por lo que no es necesario hacer cambios en la política monetaria.

Lo que es cierto es que los niveles de inflación registrados en los últimos tres meses no se habían visto en tres años. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación a tasa anual en junio se situó en 4.34%, cuando el mes anterior estaba en 3.85%, en julio se ubicó en 4.42% y en agosto subió hasta 4.57%.

“Con la inflación arriba de 4% por tercer mes consecutivo y los altos precios de los alimentos, la proyecciones inflacionarias de corto plazo se han elevado y el banco central ha asumido una retórica más anti inflacionaria en sus comunicados, buscando mantener las proyecciones bien ancladas”, dice Carlos Capistrán, de Bank of América Merrill Lynch.

El banco de inversión agrega que la contribución de los alimentos a la inflación anual ha estado aumentando desde principios de 2011.

Estos incrementos están ocurriendo año con año porque “México ya no es autosuficiente en la producción de alimentos y está sujeto a la volatilidad de precios internacionales”, explica osé Luis de la Cruz, académico del Tec de Monterrey.

Las sequías en Estados Unidos, mayor productor de maíz en el mundo, tampoco pintan un buen panorama en los próximos meses: “Prevemos que los precios internacionales de los granos sigan siendo un riesgo, con tres principales efectos: los precios pecuarios podrían elevarse junto con los del maíz amarillo; los precios de los alimentos procesados despegarían con los de sus materias primas, como el huevo y los granos; y el costo de los servicios vinculados a los alimentos seguiría subiendo”, agrega BofA.

El banco de inversión prevé que la inflación siga escalando en los próximos meses, para después bajar a 4.1% en el final de 2012. También el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) elevó su perspectiva de inflación para 2012 de 3.9 a 4.0%.

Golpe a los más pobres

Diversos organismos, como la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), descartan una crisis alimentaria y un desabasto de productos, aunque han expresado su preocupación por el impacto de los precios en las poblaciones más vulnerables.

El Consejo Nacional de la Evaluación y la Política de Desarrollo Social (Coneval) indica en un estudio que en el año 2008 alrededor de 50 millones de personas se encontraban en situación de pobreza, de las cuales 18.2 millones estaban en la pobreza alimentaria, cuatro millones más que en 2006.

Las personas en pobreza alimentaria, de acuerdo a la Coneval, destinan más del 44% de sus ingresos para comprar alimentos, mientras que una persona no pobre gasta sólo el 20%.

El incremento de personas en pobreza alimentaria se atribuye al incremento de precios, explica José Luis de la Cruz, del Tec de Monterrey.

Carlos González, vendedor de huevo, dice que la escalada de precios no es algo nuevo, sino que es un problema que la gente ve todos los días. “También hace 6 años los precios subieron mucho. Ya es una costumbre.”

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