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jueves, 27 de septiembre de 2012

Ejemplo de vida: ¡Y tú que te quejas!

De lo urbano cotidiano: “RAFA”

Por Elios Edmundo Pérez Márquez

18 años vendiendo periódico en el mismo lugar, todo un récord.

De niño, a los seis años, le practicaron siete operaciones.

Se ha convertido en amigo de sus clientes.


Ecatepec, Méx.- Luego de que su familia, que radicaba en la ciudad de México, se mudó a Ecatepec y, dado que interrumpió sus estudios en la preparatoria abierta, Ranferi Sorchini López, “Rafa”, decidió incorporarse al mercado de trabajo, en un puesto de periódicos y revistas.

Tenía apenas 20 años; hoy tiene 39, o sea, que lleva 19 años, de los cuales, los últimos 18, lo ha hecho en el mismo lugar: Circunvalación poniente, esquina con Calle 10, en la colonia Jardines de Santa Clara, donde sus clientes lo buscan diariamente y su presencia ya es parte del paisaje urbano; ninguno de los vecinos concebiría que Rafa no apareciera un día, a menos que fuera festivo, pues su trabajo es de esos que se deben realizar los 365 días y, principalmente, los domingos que, según dice, “son los días en que más periódicos se venden”, sobre todo, “el Universal y Record”.

Entre semana, según Rafa, lo que más se vende es la Prensa, el Metro y el Gráfico: “el Gráfico siempre se mueve bien, jala bien todos los días”, dice.

“Rafa” es el cuarto de una familia de cinco hermanos; es nieto de italiano, por parte de su padre, y vive con su mamá y una de sus hermanas, en esa misma colonia. Comenta que, desde que obtuvo su credencial del IFE, siempre ha ido a votar y, el pasado 1 de julio, no fue la excepción pero, al preguntársele por quién votó, prefiere mantenerlo en secreto y sólo dice:”por cualquiera, menos por el PRI”.

Le gusta su trabajo, pues se la pasa muy tranquilo aunque, “a veces no hay nada” y “es muy aburrido”. “Hay días buenos y días malos, como todo”, dice Rafa; “más buenos que malos, eso sí”. Muchos de sus clientes ya se han convertido en sus amigos y lo tratan muy bien, le encargan alguna publicación y él se las consigue. Hasta el día de hoy, no ha tenido ningún problema en esa esquina en la que trabaja desde hace 18 años.

Por su trabajo, Rafa percibe un salario y, además, por buenas ventas, recibe una comisión; de tal suerte, que le alcanza para sus gastos personales, como vestido y calzado, sus comidas del día y para dar el “gasto” a su mamá. No toma, no asiste a antros, ni gasta en demasía; su gusto de los fines de semana, es ver películas, que compra en el tianguis, y verlas en compañía de su familia: “soy hijo de familia, dice, y sonríe.

Para completar los gastos, Rafa trabaja en un taller de aluminio y vidriería, y lo desempeña después de la venta de periódicos, durante tres horas al día. Aprendió a manejar el aluminio, y a colocar vidrios y ventanas.

Durante los días que permanece en su puesto, no tiene problema con la comida. En esa colonia hay mucho qué comer y Rafa, a veces, compra pollo rostizado, otras veces, tacos, tortas o quesadillas, que acompaña con su coca cola y sus inseparables audífonos, a través de los cuales, siempre está escuchando música y, afirma, que le gusta de toda: de banda, rock en inglés, cumbia, salsa y reggaetón.

Rafa nació con una discapacidad que, él mismo denomina: “con el pie levantado” y, entre los seis y siete años, apenas lo recuerda, le practicaron siete operaciones y le pusieron clavos; no sabe, no está seguro, si tiene o no los siete clavos, pero sí le hicieron las siete operaciones, para lograr que pudiera apoyar el talón y la planta del pie.

También, a los cuatro años, eso no lo recuerda, se lo platicaron, sufrió un grave accidente: “se me cayó la leche caliente en la espalda, comenta, y se me quemaron los tendones de atrás”; de ahí, que su brazo derecho tenga la apariencia de ser más corto y no pueda extender los dedos de esa mano.

Con todo, Rafa es un optimista. Le gusta el fut bol; su equipo favorito son las Chivas del Guadalajara y, cada vez que juegan, se pone su playera rayada. Sabe que sus principales enemigos son el sol y la lluvia; por eso, antes de empezar sus labores y colocar las publicaciones en el puesto metálico, tiende una lona que, en caso de ser necesario, lo protege del sol y la lluvia.

Sí, su trabajo es tranquilo, a veces aburrido y es, entonces, cuando le gustaría trabajar como empleado en una oficina, pero no reniega, por el contario, se prepara para combatir las inclemencias del clima y echa de mano de su astucia. Para ganar un poquito más de dinero, compra una cajetilla de cigarros, y vende cigarros sueltos a sus amigos y conocidos, especialmente, a los choferes del sitio de taxis, que se encuentra muy cerca de su puesto, y que son sus mejores clientes.

Rafa ya cumplió 39 años de edad, y 19 de expender periódicos y revistas, sus clientes lo buscan y lo tratan muy bien. Es un muchacho sencillo y sin complicaciones, fanático de la Chivas, soltero, hijo de familia, al que le gusta ver películas los fines de semana, y se percibe noble, de origen italiano y feliz.

eliosedmundo@hotmail.com

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