"En este momento estimamos que sí se advierte la participación de más jóvenes, adolescentes, cada vez se involucran más en delitos que lesionan gravemente a la sociedad, por ello debe haber medidas preventivas, educativas y oportunidades para que desde la secundaria y preparatoria puedan tener oportunidad de estudiar y ello inhiba la conducta antisocial", apuntó.
Refirió que el menor es un joven en formación, y de ello se aprovechan los adultos para involucrarlo o hacer que incida en conductas que infringen la ley penal, sin embargo ello se va inhibir en la medida en que estén estudiando, haciendo deporte o alguna actividad cultural.
De modo -indicó-, que los municipios, que son los que tienen contacto directo con los jóvenes, deben trabajar para ofertarles educación, actividad deportiva y cultural, además de que la formación en los hogares es fundamental, por lo que los padres de familia tienen una responsabilidad mayúscula para vigilar la actividad del menor.
"Se debe propiciar que se involucren en temas deportivos y culturales", refirió el magistrado Baruch Delgado Carbajal, al referir que en el Estado de México se aplican cinco años en internamiento para los menores que cometan delitos graves, aunque en otras entidades la medida alcanza hasta los siete u ocho años.
"Yo estimo que debe estar en ese rango de los cinco a los siete años, los cuales serán suficientes para que el menor reciba una terapia bien aplicada de reinserción familiar y social, que le permita incorporarse a la sociedad, ser productivo, porque siendo menor creo que hay más obligación de reinsertarlo al grupo familiar y social para que sea productivo y un ciudadano de bien porque está en formación todavía", apuntó.
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