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miércoles, 9 de mayo de 2012

De niñas a Madres

En la última década han nacido en el país, en promedio, más de 2.3 millones de mexicanos

Actualmente, los embarazos de niñas y adolescentes son cada vez más numerosos


Uno de los temas de mayor complejidad de la agenda social de nuestros días es el relativo a los embarazos adolescentes. A pesar de que se han puesto en marcha distintas campañas de información, la evidencia muestra que las y los jóvenes carecen de las capacidades necesarias para ejercer y exigir el cumplimiento de sus derechos sexuales y reproductivos.

Desde esta perspectiva es urgente revisar las políticas de salud, las educativas, de acceso al empleo, de prevención y reducción de la violencia contra mujeres y particularmente contras las niñas y las adolescentes, a fin de relanzar una nueva estrategia que permita dotar de elementos y capacidades para tomar las decisiones libres sobre su vida reproductiva con base en información de calidad.

En esta lógica, lo que estamos viendo de manera preocupante es que en nuestro país cada vez más niñas y adolescentes están pasando de la celebración del 30 de abril a la del 10 de mayo.

Niñas que se convierten en madres

Afrontar un parto en edades tempranas es peligroso para la salud de las mujeres y de sus hijos, así lo alerta la Organización Panamericana de la Salud, la cual ha mostrado en diversos estudios que la probabilidad de morir durante o a consecuencia del parto se incrementa hasta en un 33 por ciento cuando la madre es menor de 19 años, y hasta en un 45 por ciento cuando es menor de 15 años de edad.

Frente a esta evidencia, es importante destacar que en los últimos diez años se ha incrementado significativamente el promedio de nacimientos anuales de mujeres menores de 15 años.

En efecto, en la década que va de 2001 a 2010 se registraron 108 mil 57 partos de niñas que al momento se ser madres tenían 15 años de edad o menos; esta cifra da un promedio de diez mil 806 casos al año, o bien, un promedio de 29 nacimientos diarios en niñas de este segmento de edad. Lo más preocupante es que si se toman como referencia sólo los últimos cinco años de la década pasada, el promedio es de 11 mil 126 casos anuales, o bien, un equivalente a 30 nacimientos al día en mujeres dentro de este grupo etario.

El drama de las adolescentes

Entre el grupo de adolescentes que se convierten en madres la situación es todavía más alarmante. De acuerdo con las estadísticas sobre natalidad del INEGI, entre el año 2001 y 2010 se contabilizaron en México un total de 4 millones 272 mil 140 nacimientos en los que las madres tenían entre 15 y 19 años de edad.

Es interesante observar que entre 2001 y 2006 hay una disminución en términos absolutos en el número de nacimientos entre mujeres de este grupo de edad, pues en 2001 se contabilizaron 427 mil partos, mientras que en 2006 se registraron 399 mil 431.

A partir de 2006, las cifras repuntan nuevamente, llegando en 2010 a un total de 464 mil 102 partos en mujeres de 15 a 19 años.

Estos datos dan un promedio para al década de 427 mil 214 nacimientos al año, es decir, mil 170 partos en mujeres del grupo de edad señalado, o bien, prácticamente 48 casos cada hora.

Sin embargo, si se toma únicamente el periodo de los últimos cinco años, es decir, de 2006 a 2010, el promedio anual es de 439 mil 610 partos anuales, o bien, 50 partos cada hora.

A lo anterior debe agregarse que quizá lo más preocupante es que, en conjunto, los partos de mujeres que al momento de tener a su primer hijo tenían menos de 19 años, incluyendo a las menores de 15, representan 18 por ciento del total de partos atendidos en el país, es decir, prácticamente ya uno de cada cinco niños nace de una madre adolescente.

Tal porcentaje se ha ido incrementando a lo largo de las dos últimas décadas, pues, mientras que en el año 2001 los partos en mujeres adolescentes representaron el 15.9 por ciento del total; para el año 2006 el indicador había pasado a 16.3%; en 2008 se ubicó en 17.4%; mientras que en 2009 y 2010 se registró en el ya señalado 18%, respectivamente.

El factor educativo

Ningún tema social puede asociarse de manera lineal a un solo factor explicativo, aun cuando hay elementos que sí tienen un peso relevante. Uno de ellos es el nivel educativo de las mujeres.

Con base en lo anterior, es importante destacar que en el año 2010, 65 por ciento (es decir, dos de cada tres) de las niñas que tuvieron hijos estando entre los 12 y los 15 años de edad tenían estudios inferiores a la primaria y el 21% tenía estudios de secundaria, mientras que en mil 639 (14%), no se especifica la escolaridad de la madre.

Por otro lado, en el mismo 2010, entre las mujeres que tenían entre 15 y 19 años de edad al momento de tener a sus hijos, 12,906 no tenían ningún grado de escolaridad (2.7%); 25,569 tenían estudios incompletos de primaria (5.5%); y 107,331 tenían estudios de primaria terminada (23.1%); como puede verse, el 31.3% de quienes tuvieron hijos en este grupo de edad, tenían estudios de primaria o menores.

Asimismo, el grueso de quienes se convirtieron en madres en esta edad tenía estudios de secundaria o equivalente al momento del parto. En efecto, en 2010 hubo 209 mil 293 casos, los cuales representan el 45% del total. Adicionalmente se encuentran quienes ya habían concluido la educación preparatoria, entre quienes se contabilizaron 67 mil 286 casos (14.2%); así como las mujeres que habían logrado ingresar a la educación superior, entre quienes se contabilizaron 3,231 casos, es decir, 0.69% del total.

Destaca también que en México los registros administrativos aún son sumamente deficientes, pues en 2010 hubo 37 mil 294 casos en los que no se especificó la escolaridad de la madre, número que representa el 14 por ciento del total de éstos.

El factor ocupación

De acuerdo con los datos del INEGI, en el año 2010 se registraron en el país 2 millones 643 mil 908 partos; de las mujeres que dieron a luz, únicamente se tienen registro de que 466 mil 256 tenían trabajo (17.63%), mientras que el resto se encontraba en condiciones de desocupación.

Para las mujeres más jóvenes la situación es aún más complicada; por ejemplo, para quienes tuvieron al menos un hijo antes de cumplir los 15 años de edad, la tasa de ocupación es de únicamente el 6.31% del total; y entre quienes tenían entre 15 y 19 años al momento del parto el porcentaje de madres trabajadoras se ubicó en 8.24% del total.

Es interesante observar también que entre las mujeres menores de 15 años que tuvieron al menos un hijo y que no trabajan pero sí van a la escuela es de sólo 4.67%, lo que muestra las implicaciones que esto tiene en términos de logro y trayectoria escolar.
Por otro lado, las mujeres de 15 a 19 años de edad que al momento del parto no trabajaban, pero que sí estudiaban, representaron el 3.84%; mientras que el 70.3% estaba dedicada a las actividades del hogar.

La doble tarea: ser madre y jefa de hogar

Otra agenda de cara al festejo del 10 de mayo es la relativa a las mujeres que, siendo o no adolescentes, son jefas de hogar. De acuerdo con el Censo de 2010, en México hay 28.15 millones de hogares, de los cuales, 6.91 millones tienen como jefa exclusiva a una mujer.

Lo anterior significa que en nuestro país, el 24 por ciento de los hogares tiene como jefa exclusiva a una mujer, es decir, uno de cada cuatro hogares; en los cuales viven 22.23 millones de mexicanos, es decir, 21% de la población total que vive en hogares.

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