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martes, 10 de abril de 2012

Rostros de la violencia en Ecatepec

Inusitada exposición donde son utilizadas las fachadas de las casas construidas en las laderas de la protuberancia conocida popularmente como “Cerro Gordo”

Como parte de una obra de arte callejero, retratos de víctimas de la violencia en la zona se exponen en las fachadas de las casas. La Fundación Murrieta impulsó esta exposición que ha colocado fotografías impresas en vinil de 4 x 3 metros sobre la Vía Morelos, principal avenida en Cerro Gordo.

Las principales características del asentamiento irregular de Cerro Gordo, Ecatepec, son sus improvisadas escaleras de tan pronunciada pendiente que parecen ascender al cielo y descender al infierno, sus perros callejeros, el agua de drenaje escurriendo por sus calles y la fama de zona violenta.

Desde hace tres meses tiene otra notoriedad: enormes retratos en blanco y negro de 4 x 3 metros de rostros de personas afligidas. Para los automovilistas y transeúntes que circulan por la vía Morelos, la principal del municipio, las imágenes son tan atractivas como la de los espectaculares que publicitan cerveza y licor que prevalecen en la zona.

Es una exposición de Street Art, (Arte Callejero), inspirada en la obra del fotógrafo francés JR quien saltó a la fama después de exponer en las calles de las zonas residenciales más exclusivas de París gigantescos retratos de jóvenes reprimidos en los suburbios en 2005. Ha expuesto en diferentes países de Europa, África y Sudamérica.

La fundación Murrieta montó esta exposición en el municipio más poblado del país ubicado en el Estado de México. Su objetivo es sumarse a los diferentes movimientos que buscan visibilizar a las víctimas que ha dejado la violencia en México y hacer conciencia social sobre la problemática.

“Estamos tratando de cambiar toda esa percepción de zona violenta. Es el municipio con el mayor número de jóvenes habitantes en le país. Estamos trabajando en la prevención, creemos nosotros como organizaciones que la prevención es la principal estrategia que debe reforzar el gobierno para combatir la delincuencia”, explicó Marco Antonio Hernández Murrieta, presidente de la fundación.

El proyecto no contó con fotógrafos afamados. Se equipó a aficionados con cámaras digitales tipo turista. Retrataron a conocidos y vecinos víctimas de violencia: Mujeres vejadas, golpeadas, asaltadas en transporte público, acosadas sexualmente.

Pero también de familiares de delincuentes que pidieron participar para mostrar su tristeza como personas que sufren del fenómeno de criminalidad que hay en el país.

Una de las imágenes que más resaltan es de una anciana que su hijo está en la cárcel por delincuencia organizada y su nuera fue asesinada. Con un mínimo de recursos, se hace cargo de sus nietos.

Otros rostros demuestran rabia, como el de Abril Reyes, estudiante de la universidad autónoma del Estado de México: "Sufrimos mucho de asaltos, donde yo voy a la universidad, a la hora de bajar es muy frecuente que nos asalten… Lo que pasa es que la calle está muy sola, cuando bajas casi siempre te asaltan con pistola, te dicen groserías, te quitan los libros que ni siquiera les sirven”, narró.

Los vecinos saben que el lugar donde viven es inseguro. “Una chava por mi casa, primero la violaron y después le aventaron piedras en la cabeza para que fuera muriendo poco a poco. Estuvo tirada como una semana y ya después fueron a revisar, pero el asesinato quedó impune… Da miedo. En la mañana me pasó que venía a mi trabajo, era temprano y no hay mucha gente y menos en vacaciones y un chavo me venía molestando. Sentí mucho miedo. No te sietes segura por la violencia que hay en esta zona", relata Sonia Suárez, vecina de Ecatepec.

En total expusieron 42 fotografías: siete en papel publicidad, que se deterioró rápidamente, 35 más en cartón, que también fue victima del mal tiempo, por lo que en el último mes usaron vinil, sin embargo, los mismo vecinos los han retirado.

“Esta exposición denigra mucho a nuestra colonia, no es la imagen que reflejan estas imágenes. En esta colonia afortunadamente todos somos vecinos muy antiguos y hemos erradicado un poco la inseguridad", dijo Enrique Vázquez, mientras mira con desprecio el retrato de una anciana que observa al espectador con indignación.

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